¡NOS LLEVAN LA DELANTERA, REACCIONEMOS YA!!!
Escribe: César David Gallo Lale.
Tte. Gral. FAP (r)
El tiempo es efímero, pero parece que nadie se quiere dar cuenta que la izquierda quiere ganar de todas maneras las elecciones, aun con fraude, y en mesa si fuera necesario, y ya nos llevan la delantera.
¡Claro que sí! Nuevamente la gente de izquierda con instrucciones de Vladimir Cerrón, ya está entrenando a un gran contingente de personas pagadas para realizar dos actividades que influirán en el fraude de las elecciones del 2026. La primera, entrenar suficientes personeros de mesa con el propósito de manipular las actas a su favor y la segunda, preparar supervisores adecuados por zonas claves para tratar de influenciar y/o bonificar a personas que abrirían las mesas en reemplazo de los miembros que no asistan, lleguen tarde o tengan que ser reemplazados por cualquier motivo.
Pero vemos que por parte de la derecha, centro y otras personas influyentes, solo hay intenciones y la problemática de buenos personeros que es bien difícil de lograr y requiere de una preparación especial de carácter y procedimientos, por persona, no existe y si lo hay, están separados por intereses partidarios y no por alianzas o coaliciones. De hecho todavía tampoco existe un líder que verdaderamente congregue a una serie de partidos políticos y que goce de la confianza por sus características de estadista, buenas condiciones morales y carácter fuerte para tomar las decisiones que requiere el Perú para solucionar sus problemas y así no se puede. Primero es lo primero y un “líder” es necesario ya.
El tiempo es efímero, pero parece que nadie se quiere dar cuenta que la izquierda quiere ganar de todas maneras las elecciones, aun con fraude, y en mesa si fuera necesario, y ya nos llevan la delantera. Así como los partidos políticos o coaliciones de derecha, centro y otros que se formen deben de hacer su trabajo después de designar a un líder, el Congreso debería de hacer lo suyo con las informaciones que se les ha hecho llegar oportunamente a algunos que se sabe que trabajan para salvar al Perú.
Por lo tanto ya deberían de haber modificado la ley electoral que incluye muchos factores desfavorables para unas buenas elecciones, incluyendo la posibilidad de alianzas. Además se deben de cambiar a los representantes de aquellas entidades del sistema electoral como la ONPE, JNE y la RENIEC que como sabemos están copadas por los comunistas y caviares.
Finalmente se debe de dar nuevamente la “Responsabilidad del Resguardo de las Elecciones” antes, durante y después de los comicios al Comando Conjunto de las FFAA, con una copia respectiva de las actas que deben de mantener para el control y la verificación respectiva hasta que el JNE se pronuncie de quien fue el ganador. Y por supuesto convocar a dos o tres centros de control del extranjero que gocen de un prestigio internacional reconocido en verificar procesos electorales justos en el mundo.
Debemos de estar conscientes, que si estas últimas condiciones no se dan, las elecciones del 2026 correrán un grave riesgo de fraude electoral y se tendrá que enfrentar graves riesgos de convulsiones sociales que llevarán a un enfrentamiento de las diferencias entre la izquierda, derecha, centro y otros, donde las Fuerzas del Orden nuevamente estarán en la palestra sin una política clara, precisa y concisa por parte del gobierno. Al final, los únicos que ganarán serán todos aquellos Organismos Internacionales, ONGs, Países que promueven el Comunismo internacional y nacional del Siglo XXI y que además impulsan la agenda 2030.
¡ESTAMOS ADVERTIDOS!
¡FRAUDE, COMUNISMO Y TERRORISMO, NUNCA MÁS EN EL PERÚ!
Totalmente de acuerdo con lo expresado por el patriota Gral.(r) FAP César Gallo. Es momento de actuar y no quedarnos dormidos en nuestros laureles, politicamente hablando, los partidos de tendencia centro y derecha somos más que la ciega izquierda actual. Derecha y centro deben buscar una coalición para al menos tener un gran contingente preparado y que pueda lidiar con la izquierda en las diferentes mesas de sufragio para las siguientes elecciones donde se libraran verdaderos combates psicológicos por buscar la mayoría de votos.