TIC TAC Y TIK TOK
Escribe: Elmer Barrio de Mendoza
El destino de ambos es el mismo. Quizá debieran hacer pareja y bailar shuffle para Tik Tok.
Dina tiene relojes inasibles y Martín, pijamas de roedor. La primera imita a Humala con Tag Heuer y a su esposa multimarca. El segundo intenta replicar a Kenya, primero disolvente y luego redivivo. El destino de ambos es el mismo. Quizá debieran hacer pareja y bailar shuffle para Tik Tok. No dudo que tendrían el éxito que la política les niega. Tito Silva podría hacer de productor.
Tic tac
No es la única Dina que cree que la política es un espacio de ascenso social. Nuestra presidente casual se siente parte de la historia y derrocha frivolidad .
Sucede que, como nadie piensa de ella lo mismo que ella, podría acabar requiriendo una peluca. El desprecio social hacia la primera magistrada casual es tan grande que pone en riesgo la propia figura presidencial y, en un país cuyo amor por la democracia dura lo que una aventura, es inadmisible que una autoridad accidental, ponga en peligro toda la estructura institucional, cuya conducción debería ejercer con discreción y competencia o, al menos, con alguna de ambas.
El origen del (de los) rólex de la presidente es oscuro y su exhibición es un sopapo a las víctimas de la recesión y el desempleo que su gobierno ha provocado.
También puede dar lugar a enriquecimiento ilícito y falsedad genérica, pero Nelson Schack parece querer hacer de salvavidas de Palacio, dando una explicación inopinada e insólita frente a la apertura de la investigación fiscal.
Pero lo esencial del hecho es el insulto a la población vulnerable del Perú, explícito más bien. Y también a la inteligencia de los peruanos cuando pretende la mandataria por accidente que le creamos el cuento de la joya familiar.
Dina no da para más.
Tik tok
