La Policía de Ecuador detuvo en las últimas horas a siete personas, presuntamente integrantes de la banda criminal Los Lobos, con explosivos peruanos cerca de la frontera. El operativo se dio en la noche del miércoles en la ciudad de Ibarra, gracias a una alerta recibida en el servicio de emergencias ECU 911 que permitió interceptar a los terroristas cuando circulaban por la vía Urcuquí en una camioneta custodiada por dos motocicletas.
Estas cargas y automóviles, “serían utilizadas como coche bomba y para realizar atentados terroristas en la ciudad de Ibarra”,
Los vehículos habían sido denunciados como robados en la ciudad de Machala, próxima a la frontera con Perú, y en la capital, Quito.
Los agentes de seguridad informaron que, de los siete arrestados, tres son extranjeros y presumen que la dinamita incautada estaba relacionada con otro reporte en el sector de Imbaya, donde se encontraron dos vehículos con material explosivo y cilindros de gas.
Estas cargas y automóviles, “serían utilizadas como coche bomba y para realizar atentados terroristas en la ciudad de Ibarra”, sumaron.
En el escrito difundido por las fuerzas de seguridad se precisa que los criminales tenían “a tres metros de distancia, dos cargas explosivas, la primera conformada por 13 cartuchos de explosivos de alto poder, de origen peruano”.
Estos terroristas se suman a los otros 22 detenidos que la Policía informó este miércoles, resultado de las operaciones a escala nacional que se mantienen desde hace días. En estas maniobras se decomisaron, además, armas, explosivos, droga y automotores.
Asimismo, las fuerzas del orden celebraron el rescate de tres de sus miembros que habían sido secuestrados en Quevedo, Los Ríos. Los agentes fueron puestos a salvo y, posteriormente, se reencontraron con sus familias.
las autoridades siguen trabajando por rescatar a los 178 rehenes que siguen en manos de las bandas criminales
“Nuestro compromiso inquebrantable y vocación de servir y proteger nos mantiene firmes para que tú puedas cerrar el día junto a tu familia y podamos volver a casa con la satisfacción del deber cumplido”, señalaron junto a un video en el que se ve a los oficiales junto a sus seres queridos.
No obstante, las autoridades siguen trabajando por rescatar a los 178 rehenes que siguen en manos de las bandas criminales en siete prisiones en las provincias de El Oro, Cotopaxi, Loja, Azuay, Tungurahua, Cañar y Esmeraldas.
Según el último balance, de este número, 158 son oficiales penitenciarios mientras que los restantes 20 son funcionarios administrativos.
Se desconoce su estado aunque, la víspera, el Servicio de Cárceles (SNAI) había informado que “no existe ningún rehén que haya sido asesinado”.
Si bien desde hace cuatro días, el Ejecutivo de Daniel Noboa ordenó a las Fuerzas Armadas llevar a cabo operaciones en todo el país que permitan desbaratar a los delincuentes y restablecer el orden, aún no han podido ingresar en estas cárceles, que quedaron bajo control total de los criminales. También se mantienen los atentados en las calles.
“Estamos en un estado de guerra. Estamos combatiendo al narcoterrorismo, no podemos ceder”, sostuvo el mandatario días atrás cuando la crisis de seguridad se precipitó y lo dejó frente a su primer gran desafío como Presidente, a menos de dos meses de haber asumido en el cargo.
Hasta el momento, más de 22.400 militares han sido desplegados, y se realizan constantemente patrullajes por tierra, aire y mar, requisas en las calles, operaciones en cárceles y rigen también toques de queda.
“Quisieron infundir temor, pero despertaron nuestra ira. Creyeron que someterían a todo un país y se olvidaron que las fuerzas armadas están entrenadas para la guerra”, advirtió el ministro de Defensa Gian Carlo Loffredo, en un mensaje en redes sociales.
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