Considero difícil que China Comunista reemplace a EEUU como primera potencia, por muchas razones. Pero la ceguera de los gringos puede tener efectos imprevisibles especialmente si, como parece, reeligen a Trump en Noviembre.
A diferencia de lo que ocurrió hace algunos meses en Washington, en donde la ausencia de un encuentro oficial fue suplida por un apretón de manos, mientras caminaban, dado por el Presidente Biden a la señora Boluarte, Jefa del Estado peruano; el autócrata chino Xi Jinping acaba de recibir a la propia Boluarte con bombos, platillos y pomposos uniformados en Pekín.
Debemos recordar también que en la anterior ocasión el Departamento de Estado o sea la Cancillería norteamericana desmintió tajante y públicamente que Biden hubiera tenido una reunión privada con la señora Boluarte quien había afirmado, muy suelta de huesos, que si había sostenido ese cónclave.
Como bien sabemos, los gobiernos de Estados Unidos siempre han considerado a América Latina como su patio trasero: vale decir, desde la aparición del imperialismo yanqui con Teddy Roosevelt a comienzos del siglo pasado los gringos han pasado de lo que podría llamarse un imperialismo duro -el del “gran garrote”– a un imperialismo blando que ya no apela a los “marines” para imponer sus intereses sino a métodos persuasivos como el uso de ongs -las de los caviares, por ejemplo- y la cooperación internacional. Como me dijo hace muchos años un diplomático europeo, cuando los gringos no cuentan con un partido político usan una ong.
El imperialismo chino sin duda los está ganando de mano con iniciativas como la Road and Belt Iniciative o sea la Iniciativa de la Franja y la Ruta proclamada por Xi Jinping el 2013 y por la cual China Comunista ha invertido miles de millones de dólares en “negociar, construir y compartir juntos” para crear un nuevo orden internacional con diversas naciones.
Lo cual explica la gigantesca inversión que viene realizando en el puerto de Chancay la empresa estatal china Cosco, tal como lo ha hecho el Estado de ese país en muchos países: los chinos invierten siempre con propósitos económicos y políticos que es algo que debe tenerse en cuenta cuando se aprueba su recepción ,especialmente teniendo en cuenta que en China, conjuntamente con un sector privado relativamente libre, coexiste un régimen político totalitario, autocrático e imperialista.
Mientras tanto los gringos se van quedando en una política influenciada por un Trump provincial y miope que inclusive condujo a la paralización durante medio año de la ayuda norteamericana a Ucrania, propiciando el avance de la invasión rusa lanzada por el tirano Putin, aliado de Xi Jinping.
Considero difícil que China Comunista reemplace a EEUU como primera potencia, por muchas razones. Pero la ceguera de los gringos puede tener efectos imprevisibles especialmente si, como parece, reeligen a Trump en Noviembre.
(*) Presidente de Perú Acción
Presidente del Consejo por la Paz
