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SEIS AÑOS SIN ALAN: SU LEGADO

Por Luis Gonzales Posada.

Se cumplieron seis años del sensible fallecimiento del presidente Alan García, víctima de un sistemático y cruel acoso que involucró a jueces, fiscales, medios de prensa y al corrupto Martín Vizcarra.

Evidencias existen, y muchas, sobre esa infame concertación para encarcelar y, previamente, humillar al mandatario aprista, pretendiendo extraerlo de su domicilio enmarrocado y con una casaca con la palabra “detenido”.

La tortuosa historia comenzó con la publicación de un tuit de la periodista Rosa María Palacios, lanzado a las seis de la mañana, anunciando su arresto, para borrarlo minutos después al enterarse de su muerte y decir que solo quería “probar” como se leía.

Para ejecutar esa pérfida acción, un fiscal subalterno de Pérez Gómez tocó la puerta de su casa a las 6 de la mañana, apoyado por efectivos policiales de la DIVIAC, organismo dirigido por el entonces coronel Colchado Huamani, cuando esa diligencia correspondía ejecutar a la Policía Judicial de acuerdo a su ley orgánica.

Recordemos, además, que camionetas de la DIVIAC rondaban permanentemente el domicilio de García y una unidad fue interceptada por compañeros apristas, que observaron equipos de escucha al interior del vehículo, que fueron retirados a la madrugada siguiente con respaldo de varias patrullas.

Más grave aún, a pesar de tratarse de una diligencia reservada, el fiscal llegó al domicilio de García acompañado de un camarógrafo del canal 4 de televisión y esa mañana Martín Vizcarra convocó a una reunión del Consejo de Ministros, sin duda para observar el espectáculo que habían montado.

Ante ello, el entonces vocero de la bancada de Avanza País, almirante Jorge Montoya, presentó la Moción de Orden del Día 11048, con el propósito de que el Congreso constituya una comisión investigadora sobre el fallecimiento del expresidente “cuya muerte aún no ha sido esclarecida, ni debidamente investigada, en la forma y procedimientos que se aplicaron para promover su detención y motivar la decisión de acabar con su vida antes de ser víctima del escarnio y del abuso del Poder Judicial contra sus adversarios políticos”.

Ese documento se sustenta, además, en las declaraciones del abogado Jaime Villanueva, ex asesor de la ex fiscal de la Nación, Patricia Benavidez, que involucró en esos graves hechos “a los fiscales Rafael Vela Barba, José Domingo Pérez y al periodista Gustavo Gorritti”, agregando que dicha acción judicial “fue concertada con sectores de la prensa y con actores políticos del Poder Ejecutivo”.

 Frente a ello, corresponderá al próximo Congreso nombrar una comisión multipartidaria para investigar ese dramático episodio que indujo a la muerte de quien fue miembro de la Asamblea Constituyente, diputado, dos veces presidente de la República y líder del APRA.

En ese contexto, recordemos el trabajo desplegado por el presidente García en su segundo periodo de gobierno (2006-2011), que demuestran que tuvimos el crecimiento económico más alto del hemisferio, con un promedio de 7.2% y alcanzando un pico de 9.8% el año 2008.

El PBI pasó de US $80 mil millones de dólares el 2015, a US $175 mil millones el 2011 y el PBI per cápita aumentó de US $2,900 a US $5,900 al comenzar y culminar su administración.

El éxito de la gestión se reflejó en que 5 millones de compatriotas accedieron al agua potable y alcantarillado o dispusieron de ese servicio 24 horas; que 10, 600 pueblos – 3 millones de personas- fueran electrificados y que el Estado construyó o repavimentó 11 mil 261 kilómetros de carreteras.

Se crearon 2 millones 400 mil puestos de trabajo; fue duplicada la población del Sistema Integral de Salud (SIS) y los afiliados a la seguridad social pasaron de 1 millón 799 mil a 2 millones 698 mil.

Para brindar esos servicios se amplió la red con 47 hospitales (31 de MINSA y 16 de ESSALUD), todos provistos de equipos de tecnología de punta y se construyeron el Instituto el Corazón (INCOR) y el Hospital del Niño, dos obras cumbres.

Asimismo, edificaron 59 grandes centros educativos o colegios emblemáticos y otros 51 quedaron encaminados, entregando útiles escolares y un millón de tabletas a los alumnos de instituciones públicas, para así conectarlos con el revolucionario mundo de la internet.

De acuerdo al INEI, la pobreza se redujo de 49.1% al 27.8%, cifra que significa que seis millones de compatriotas dejaron esa condición de insolvencia.

En el Gran Teatro Nacional, el Tren Eléctrico, el Estadio Nacional, en las centrales hidroeléctricas de Olmos, Chavimochic y Challga, que incorporaron miles de hectáreas de tierras eriazas a la agricultura; en suma, en 152 mil obras registradas en su periodo, se encuentra el corazón y el legado histórico de Alan García.

La Alianza del Pacífico fue su iniciativa, lo mismo que denunciar a Chile ante la Corte de La Haya por la inexistencia de un acuerdo sobre límites marítimos, que nos permitió ganar 50 mil kilómetros de océano; y, en ese contexto productivo, el gobierno aprista impulsó 19 Tratados de Libre Comercio con Europa, Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea, China, que nos conectaron con un mercado de tres mil millones de habitantes.

Ese fue el legado de Alan, a quien lo tenemos vivo en nuestro recuerdo y corazones

Me preguntó un periodista cómo lo recordaba.

Respondí: como un político de gran cultura, admiraba con devoción filial a Haya de la Torre, orador insuperable, autor de 20 libros, alegre, bailarín, bromista, comelón.

Nunca odió a nadie; si despreció a algunos sujetos que no vale la pena mencionar. Buen padre de familia, apapachador de sus hijos y nietos. Inolvidable, Alan, mi compañero y amigo, que ya partió, pero sigue estando presente.

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