Los gobiernos alegan que dicha expulsión es una medida de seguridad nacional. Bruselas pone el acento en que se trata de espionaje bajo cobertura diplomática. Entretanto, Rusia dice que responderá.
El Gobierno belga decidió expulsar a 21 personas acreditadas como diplomáticos en la embajada de Rusia en Bruselas, y en el consulado general ruso en Amberes, por su implicación en operaciones de espionaje e influencia que amenazan la seguridad del país, anunció este martes (29.03.2022) la ministra de Asuntos Exteriores, Sophie Wilmès.
La medida se adoptó en coordinación con Países Bajos, que hoy también anunció la expulsión de 17 «oficiales de inteligencia” de Moscú en Países Bajos «bajo cobertura diplomática”, y argumentó, al igual que las autoridades belgas, que la presencia en el país de estos espías es «una amenaza para la seguridad” nacional.
Irlanda y República Checa también se suman
Lo mismo alegó el primer ministro irlandés, Michel Martin, tras anunciar la decisión de expulsar a cuatro diplomáticos rusos de alto rango. Al margen, Martin explicó que tomó esa decisión después de recibir este lunes «asesoramiento de seguridad» por parte de las autoridades competentes.
Por su parte, la República Checa anunció de igual forma la expulsión de un diplomático ruso acreditado en la embajada de Praga en el marco de una operación coordinada con otros países europeos para reducir la presencia del espionaje ruso en la Unión Europea (UE).
«Junto con los aliados reducimos la presencia de la inteligencia rusa en la UE», informó el Ministro de Exteriores en Twitter sobre la expulsión, para la que se ha dado 72 horas al diplomático del Kremlin.
Moscú responderá a la expulsión de diplomáticos rusos por parte de Bélgica, Irlanda, Países Bajos y República Checa, anunció al respecto la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova. «Responderemos a todos», afirmó a la agencia oficial TASS al comentar la decisión de estos países.