Es la primera vez que el G20 se reúne desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia el 24 de febrero. La última vez fue en Yakarta, donde se comprometieron a coordinarse para una recuperación global «más fuerte».
Rusia no debería participar o ser incluida en estas reuniones
Varios ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20, reunidos ayer miércoles (20.04.2022) al margen de las reuniones del FMI y el Banco Mundial, abandonaron la sesión plenaria o apagaron sus pantallas para protestar contra la presencia de Rusia, que invadió Ucrania.
La presidencia indonesia del G20 sufrió presiones para excluir a Moscú del G20, pero se negó porque quiso mantenerse «imparcial». Otros también han venido adoptando una posición más bien neutral, como México o Brasil. De hecho, fuentes del ministerio de Economía brasileño declararon que Brasil no participó en el boicot.
«La guerra es incompatible con la cooperación», declaró el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, en la apertura de la reunión del G20, exhortando a Rusia a «abstenerse de participar en las reuniones».
Su par ruso, Anton Siluanov, replicó que «el G20 siempre fue y sigue siendo ante todo un foro económico».
El G20 está integrado por Estados Unidos, la Unión Europea, China, Reino Unido, Francia, Italia, Rusia, Japón, Corea del Sur, Alemania, Canadá, Brasil, México, Argentina, India, Australia, Arabia Saudita, Indonesia, Sudáfrica y Turquía.
Al no obtener la exclusión de Moscú, ministros como la secretaria del Tesoro estadounidense Janet Yellen, decidieron boicotear las sesiones en las que los responsables rusos hablarían.
«Las reuniones de esta semana en Washington tienen como objetivo sostener la economía mundial, y la invasión ilegal de Ucrania por parte de Rusia constituye una grave amenaza para la economía mundial», tuiteó la vice primera ministra canadiense, Chrystia Freeland.
«Rusia no debería participar o ser incluida en estas reuniones», añadió, acompañando sus tuits de una foto de funcionarios occidentales «abandonando la plenaria del G20 cuando Rusia trató de intervenir».
Entre los que se fueron figura Yellen los representantes británicos, según Londres.
Una fuente cercana a la delegación estadounidense señaló que algunos ministros y gobernadores que participaban de forma virtual «apagaron sus cámaras».
Este incidente se desarrolló «sin perturbar» el debate, aseguró Sri Mulyani Indrawati, la ministra de Finanzas indonesia en rueda de prensa.
Los ministros del G7 consiguieron además que el ministro de Finanzas ucraniano, Serguii Marchenko, participara en esta reunión, aunque su país no sea miembro del G20.
Seguir cooperando a pesar de tensiones
Al contrario, el ministro alemán de Finanzas, Christian Linder, defendió la participación de Berlín en todas las sesiones.
«No ofreceremos una tribuna a Rusia para difundir su propaganda y sus mentiras», dijo a periodistas en Washington.
Según una fuente cercana a la delegación alemana, Lindner también ha «contestado enérgicamente»las posiciones de los funcionarios rusos.
Es la primera vez que el G20 se reúne desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia el 24 de febrero. La última vez fue en Yakarta, donde se comprometieron a coordinarse para una recuperación global «más fuerte».
Pero la ofensiva rusa ha ensombrecido el panorama, haciendo subir la inflación y provocando una crisis alimentaria.
El ministro ruso culpó a las sanciones. «Obviamente, con las sanciones se restringe artificialmente el aprovisionamiento del mercado, lo que provoca un desequilibrio y una fuerte subida de los precios», dijo.
La directora general del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, instó al G20 a seguir cooperando a pesar de las tensiones.
«Los miembros subrayaron el papel crucial del G20 como principal foro para la cooperación económica», dijo la ministra indonesia, en un mal momento para el crecimiento global (el FMI prevé un 3,6% para este año).
Antes del G20, el FMI y el Banco Mundialllamaron a no olvidar lo esencial de estas reuniones: garantizar la seguridad alimentaria y aplicar el «marco común» del G20 para reestructurar la deuda de los países pobres.
«Hubo muchas discusiones sobre la transparencia» de la deuda, afirmó Sri Mulyani Indrawati. «Algunos países miembros han pedido un mecanismo más creíble y predecible».
Pero la aplicación de este marco no se concreta por la débil participación de China, principal acreedor de los países pobres.