SANTILLANA: «CASTILLO YA NO ES ÚTIL AL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI»
A entender del analista, Bermejo y Bellido están descartados como piezas de recambio en el proyecto del Foro de Sao Paulo, porque ambos ‘son resentidos sociales’, mientras que Cerrón es un sujeto con “yaya” y ya está sentenciado
“El Gallo” Zamora y sus agentes saben perfectamente que el Perú tiene la segunda reserva de cobre a escala mundial, la quinta reserva probada de oro; la octava reserva de agua dulce del mundo, aparte de la pesca.
Para el economista Miguel Santillana “el presidente Pedro Castillo Terrones ya no es útil a los mentores del proyecto Socialismo del Siglo XXI, pues, aparte de su ineptitud, “ha demostrado que no pasa de ser un pirañita o un sindicalista básico como lo describió su aliado Guido Bellido”.
Para Santillana, el problema del Perú no se puede sacar del contexto regional porque el interés del Foro de Sao Paulo es “lavarle la cara y mantener vigente” el proyecto Castro-Chavista, tras el descalabro de las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Todo indica que Castillo ya no es parte del juego.
Sostiene de paso, guardando las distancias históricas y de peso ideológico, en el escenario local ocurre algo similar a la lucha que enfrentó a bolcheviques (mayoría) y mencheviques (minoría) en la Rusia comunista, en la que los primeros lograron vencer a los moderados para imponer su programa revolucionario radical.
En esa línea, Santillana estima que en el país los ejes de las pugnas se dan entre los llamados ‘caviares’, Perú Libre, Fenatep, la agrupación magisterial que respalda a Castillo; y los grupos liderados por Bermejo, Bellido y Vladimir Cerrón que sueña que en el país se aplique su programa revolucionario.
Pero hay algo más. Agrega que «la coyuntura obligará a los líderes de esas facciones a redefinir su posición frente al tráfico de drogas, como fuente de financiamiento, que controla en el Vraem el Partido Comunista Militarizado, de los Quispe Palomino, cuya vocera es la ‘Camarada Vilma’.
Bajo esas premisas, estima que «la posición frente al narcotráfico por supuesto que obligará a esos líderes y sus grupos a definirse en el plano político, porque para los “caviares” o la misma Dina Boluarte se les hará difícil hacer alianza con la gente del Vraem o, en todo caso, alimentará el enfrentamiento entre los grupos.»
¿Aliados de Petro?
la pregunta es si el aspirante de la coalición Pacto Histórico, que lidera la intención de voto con un 40% para las elecciones (en Brasil) puede ser considerado como un aliado de algún sector de la izquierda peruana.
Las próximas elecciones en Colombia, en la que el favorito es el candidato izquierdista Gustavo Petro, también influye en la política peruana. Pero la pregunta es si el aspirante de la coalición Pacto Histórico, que lidera la intención de voto con un 40% para las elecciones de este 29 de mayo, puede ser considerado como un aliado de algún sector de la izquierda peruana.
Bajo esa perspectiva, Santillana opina que «tanto Guillermo Bermejo y Guido Bellido están descartados como piezas de recambio y “lavarle la cara” al chavismo «porque ambos no pasan de ser un par de ‘resentidos sociales’” que no saben nada de marxismo leninismo; mientras que Vladimir Cerrón es un hombre con ‘yaya’ porque tiene una sentencia firme y es investigado por narcotráfico y terrorismo” y tampoco les sirve.
La diferencia entre la izquierda local y la coalición que lidera Petro, es que mientras Cerrón, Castillo y sus aliados suman sus esfuerzos a favor de una asamblea constituyente; los colombianos no piensan en cambiar su Carta Magna y solo buscan reformar “las cosas que hay que reformar”.
La apuesta de Petro es mantener la Constitución de 1991 uno de cuyos mentores fue nada menos que el líder guerrillero del M-19 Antonio Navarro Wolff, presidente de la asamblea constituyente de esos años.
Desde un punto de vista ideológico, el candidato colombiano, no necesita a Vladimir Cerrón porque el propietario de Perú Libre “no es más que un fantoche que quiere jugar a ser Fidel Castro sin siquiera llegarle a las barbas”, según Santillana.
“Cuba parasitaria”