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ACLARANDO A FARID KAHHAT EN EL TEMA DE PERÚ, MARRUECOS Y LA SEUDO RASD

Por: Ricardo Sánchez Serra

Después de leer las posiciones de dos “internacionalistas” peruanos, como Óscar Vidarte -con quien ya discutí en el Twitter- y Farid Kahhat sobre el tema del Sahara Occidental, ya me hace dudar sobre si realmente han estudiado el derecho internacional o si su ideología y su activismo político en defensa de sus causas, los hacen olvidar todo lo aprendido, pierden objetividad y nublan sus preclaras mentes.
El tema del Polisario y la seudo República Saharaui (Rasd) viene desde la época de los ´70, en plena guerra fría y el romanticismo de la izquierda por su causa.
La seudo Rasd se funda en los campamentos de Tinduf, en Argelia. El derecho internacional no reconoce gobiernos en el exilio. La solidaridad de algunos países es lírica y en nuestra región, presionados por el Foro de Sao Paulo y Puebla.
Para ser un Estado, de acuerdo al derecho internacional (Convención de Montevideo sobre los Derechos y Deberes de los Estados, de 1933), debe tener territorio, gobierno y población. La Rasd no tiene territorio, su gobierno es del frente Polisario, una pandilla de guerrilleros, y su población vive secuestrada. El Polisario se vende diciendo que controla un tercio del territorio. Es mentira. Yo estuve allí, lo que llaman “territorios liberados”, no es más que el colchón de seguridad de los Cascos Azules de la ONU, de la Minurso.

Vínculos de subordinación con el Sultán de Marruecos

Luego de la independencia a Marruecos en 1956, le costó mucho esfuerzo recuperar sus territorios que le correspondían por historia y por la legalidad. España no quería soltar el Sáhara Occidental, es decir las provincias del sur de Marruecos, por lo que este tuvo que incluir ese territorio como no autónomo en la Comisión Política Especial y de Descolonización (Cuarta Comisión) de la ONU.
Kahhat menciona parte de una opinión -no obligatoria- de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre el Sahara, pero intencionalmente omite que también se menciona “Los elementos e informaciones puestos en conocimiento de la corte indican que en el momento de la colonización española existían vínculos jurídicos de subordinación entre el Sultán de Marruecos y ciertas tribus que vivían en el territorio del Sahara Occidental…”. En la mentalidad y costumbres árabes, esa pleitesía al Sultán era vasallaje por tanto esas tribus (saharauis) pertenecían a su sultanato- y eso lo debe conocer mejor Kahhat. Por tanto, esa opinión consultiva de la Corte es confusa.
Continuando con sus omisiones, que espero sean por falta de espacio y no intencionalmente, Kahatt -que pretende excluir la ideología del tema- obvia que soldados cubanos participaron junto a Argelia y el Polisario en la guerra y que les daban durante décadas la formación militar a la guerrilla y eran sus portavoces en la ONU.

Referendo y autodeterminación

Con respecto a los continuos llamados a referendo (solicitado por Marruecos en 1982 a la ONU) de la población saharaui, ya el censo que se hizo en 1975 no puede aplicarse 46 años después y si no se hizo no porque Marruecos no quisiera, hasta ahora tanto el Polisario como Argelia se niegan -a pesar de los llamados del Consejo de Seguridad- hacer un censo en Tinduf (unos 40 000) y a ello hay que sumarle la población saharaui que vive en el sur de Marruecos (unos 400 000). Es importante mencionar que el Consejo de Seguridad en sus resoluciones ya no menciona, desde hace 20 años, el concepto “referendo”. El derecho de autodeterminación es legítimo y Marruecos ha ofrecido una autonomía que ha sido considerada por la ONU como una iniciativa que es la base seria y creíble para poner fin al diferendo regional sobre el Sáhara.
Debo destacar que el referéndum es una de las expresiones de la autodeterminación y que en 60 casos solamente se utilizó en 4, lo que demuestra, en el derecho internacional, que es una fórmula no conveniente.

Posición peruana

Que el Perú reconozca a la seudo Rasd en 1984, porque el entonces mandatario Fernando Belaunde quería que la izquierda no moleste a su Gobierno y hay testigos que tienen conocimiento de eso, y que en l996, el prestigioso canciller Francisco Tudela, las suspenda, porque la seudo Rasd no era un Estado, y que en el 2021 el entonces ministro Óscar Maúrtua (tendrá mucho que explicar) las restablezca -contra sus propias convicciones- por presión del Foro de Sao Paulo y en agosto de 2022, el prestigioso internacionalista, ya canciller, Miguel Ángel Rodríguez Mackay, rompa toda relación con ese ente, que no es reconocido por las Naciones Unidas, esta última decisión pone las cosas en su sitio, en primer lugar el respeto al derecho internacional y en segundo lugar el respeto a la integridad territorial de los países. Asimismo, se refuerza a las NN. UU. para una solución política, realista y duradera y se recupera la confianza y amistad entre Marruecos y el Perú.
Con respecto a los cambios de posición del Perú, Kahhat en su artículo del domingo en El Comercio expresa otra falacia, que es que Marruecos y los países árabes tienen más medios que Argelia para influir, por lo que hay que aclarar que los países árabes no tienen nada que ver en este asunto y obvia intencionadamente además, la presencia de la poderosa empresa argelina Sonatrac en el Perú.
Reducir el rompimiento con la seudo Rasd a una compra de fertilizantes, como pretende señalarlo Kahhat es tapar el sol con un dedo o ver un árbol y no ver el bosque. Y atarlo a que justo en el Sahara Occidental se encuentran las mayores minas de fosfatos a cielo abierto del mundo, esto ya es una falacia, que repite todo el tiempo los bandidos del Polisario y sus ecos.
Marruecos es el primer productor y exportador de fosfatos en el mundo. La mina que menciona el internacionalista, la de Bucraa representa solo el 2 % de la producción total de fosfatos de Marruecos y le cuesta dos veces y medio más sacar los fosfatos. Si se encuentra en operación aún, es para apoyar a la población autóctona.
La relación con Marruecos es más profunda de lo que se cree, la visita del Rey Mohammed VI en el 2004 fue muy provechosa para el Perú, igual la actitud del juez marroquí de La Haya -que algunos de mala fe pretenden ningunear-, las votaciones conjuntas en las Naciones Unidas y en sus organismos. Ambos somos países complementarios y puentes de África-Mundo Árabe y Latinoamérica.

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