“DESENREDANDO”: APUESTA PARA DESTERRAR LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Adolescentes peruanas y venezolanas, con respaldo de ACNUR, presentan iniciativa comunicacional para que migrantes conozcan sus derechos y sepan cómo denunciar eventuales abusos
Una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido o sufre algún tipo de violencia. Esta cifra significa que, estadísticamente, nuestras hijas, amigas, compañeras de trabajo o vecinas son víctimas de agresiones que “no distingue de nacionalidad, condición social o raza”.
“En el caso de las mujeres refugiadas, aquellas que han tenido que dejar todo atrás en busca de protección, se enfrentan a retos adicionales”, dijo Luis Agusti, representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados en el Perú –ACNUR-.
Como se sabe, el Perú acoge a casi un millón y medio de refugiados y migrantes venezolanos. De ellos más de la mitad son mujeres que enfrentan violencia y discriminación por su género y nacionalidad; además de enfrentar situaciones de vulnerabilidad extrema, sin redes de apoyo para hacer frente a la violencia o qué hacer para buscar ayuda.
APUESTA COMUNICACIONAL
Precisamente, el último jueves, 25 de noviembre en que se conmemoró el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ACNUR dio a conocer la iniciativa comunicacional que se difundirá mediante las redes sociales con la finalidad de orientar en cómo denunciar eventuales abusos y que las jóvenes reconozcan sus derechos y obligaciones.
La propuesta denominada “Desenredando: Informando el presente para transformar el futuro”, es un micronoticiero elaborado por 15 adolescentes venezolanas y peruanas, con el respaldo de la citada organización internacional y otras ONG, que busca instruir a las jóvenes para no ser víctimas de maltratos o de situaciones de discriminación en el país que las acoge.
“#NoEstásSola” es la iniciativa que nació para prevenir y responder ante los casos de violencias de género que, durante la pandemia, se incrementaron en 130% y que por tercer año consecutivo está presente en nuestro país.
ACNUR se ha propuesto llevar estos mensajes mediante los medios digitales en voz de las adolescentes, en los que ellas comparten experiencias, exponen sus dudas y temores y conocen sus derechos y obligaciones, buscando desarrollarse con estabilidad emocional, para lo cual tienen el apoyo de las organizaciones que trabajan con refugiadas y migrantes.
Se da el caso que muchas jóvenes y adultas venezolana deben trabajar en el sector informal, cobrando por debajo del sueldo mínimo, lo que generalmente lleva consigo el hostigamiento laboral, violencia sexual o incluso de caer en redes de trata.
“TODOS SOMOS PARTE DE LA SOLUCIÓN”
Mención especial merecen las niñas y adolescentes refugiadas venezolanas, quienes se enfrentan en muchos casos a situaciones de bullying y discriminación en las escuelas.
Es el caso de Pau, la jovencita que llegó desde Venezuela con 11 años, y tras sufrir situaciones de discriminación en el colegio, decidió, aun siendo una niña, adoptar el acento peruano para pasar desapercibida. Casos como el de ella deben hacer reflexionar. ¿Qué tipo de sociedad queremos, una que proteja a las niñas y mujeres, sin importar de dónde vengan?
Por eso, como parte de un trabajo amplio e inclusivo, ACNUR convoca a más personas para que se unan a los 16 Días de Activismo, para abogar por un mundo libre de violencia.
“Todos y somos parte de la solución, y solo unidos podremos ir hacia una sociedad más inclusiva, amable y libre de violencia contra las mujeres y niñas, sean de donde sean. Cada gesto, por pequeño que parezca, cuenta”.