LULA DA SILVA FUE INVESTIDO POR TERCERA VEZ COMO PRESIDENTE DE BRASIL
El mandatario juró frente al Parlamento, las delegaciones invitadas de medio centenar de países y una gran cantidad de simpatizantes. También se hizo un minuto de silencio por las muertes de Pelé y de Benedicto XVI.
«Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución, observar las leyes, promover el bien general del pueblo brasileño, sustentar la unión, la integridad y la independencia de Brasil»,
El líder izquierdista, Luiz Inácio Luula da Silva, de 77 años, juró este domingo (01.01.2023) ante el Parlamento como nuevo presidente de la República Federativa de Brasil para el período 2023-2027, en una ceremonia que estuvo marcada por la ausencia de su predecesor, Jair Bolsonaro.
«Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución, observar las leyes, promover el bien general del pueblo brasileño, sustentar la unión, la integridad y la independencia de Brasil», declaró el nuevo gobernante, quien hace cuatro estaba en prisión condenado por supuesta corrupción en unos juicios luego anulados por la Corte Suprema.
Lula es el primer político brasileño que llega tres veces al poder. Hace hoy exactos veinte años, juró como presidente por primera vez y cuatro años después lo volvió a hacer, tras su reelección en 2009.
La ausencia de Bolsonaro
Sustituye en el cargo al ultraderechista Jair Bolsonaro, quien el pasado viernes viajó hacia Estados Unidos sin haber reconocido aún su derrota en las elecciones de octubre pasado. Por primera vez desde 1985, un mandatario saliente no pasará la banda presidencial, acto que tendrá lugar más tarde en el Palacio de Planalto.
El nuevo presidente brasileño llegó al Parlamento tras desfilar en un vehículo Rolls Royce descapotable frente a una multitud de decenas de miles de personas que desde la primera hora de este 1 de enero se han congregado para asistir a los actos de toma de posesión.
Minuto de silencio y muchos invitados
En el comienzo de la sesión en el ^Parlamento se guardó un minuto de silencio en honor del exfutbolista Edson Arantes do Nascimento «Pelé» y del papa emérito Benedicto XVI, fallecidos en los últimos días.
En el Parlamento, están presentes delegaciones de medio centenar de países y todo el cuerpo diplomático acreditado en el país.
Entre los asistentes, figuran el rey de España, Felipe IV, y los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Bolivia, Luis Arce; Colombia, Gustavo Petro; Chile, Gabriel Boric; Paraguay, Mario Abdo Benítez, Uruguay, Luis Lacalle Pou; Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa; y Alemania, Frank-Walter Steinmeier.
Las ceremonias oficiales concluirán con una recepción que será ofrecida por Lula a las delegaciones extranjeras en el Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería, vecina a las sedes del Parlamento y del Gobierno.
Desde horas antes de la ceremonia, en la Explanada se celebra el llamado Festival del Futuro, un concierto que reúne a medio centenar de artistas populares y cuyo telón se prevé que bajará ya entrada la madrugada del lunes.
No podemos admitir que (la Amazonía) sea una tierra sin ley, no vamos a tolerar la degradación del medioambiente que tanto mal ha hecho a nuestro país
El recién investido presidente de Brasil prometió que protegerá la Amazonía de la deforestación ilegal y tomará en cuenta el conocimiento de los pueblos indígenas, dos medidas totalmente opuestas a las de su antecesor.
«No podemos admitir que (la Amazonía) sea una tierra sin ley, no vamos a tolerar la degradación del medioambiente que tanto mal ha hecho a nuestro país», afirmó el líder del Partido de los Trabajadores, en un pronunciamiento ante el Congreso, en Brasilia.
Lula, de 77 años, manifestó que Brasil «puede estar en la primera línea global» y que, para ello, iniciará «una transición energética adecuada» que tenga por objetivo «eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero».
«Brasil no necesita deforestar para aumentar su frontera agrícola», insistió.
Se puede vivir «sin derribar» los árboles
En los cuatro años de gestión del ya expresidente Jair Bolsonaro, defensor de la explotación de minerales y madera en reservas indígenas, los datos de deforestación e incendios se han disparado en el mayor bosque tropical del planeta.
Lula subrayó que los brasileños pueden vivir «sin derribar» los árboles o «sin invadir los biomas», aunque al mismo tiempo dijo que incentivarán la regularización de tierras para su uso productivo sostenible.