El vicepresidente del grupo Moody’s Investors Service, Jaime Reusche, proyectó que la economía peruana crecerá 2.8% en el segundo semestre del año, impulsada por la inversión privada que repuntará e impactará en la actividad productiva.
vicepresidente del grupo Moody’s Investors Service, Jaime Reusche
Según calificadora, inversión privada repuntará e impactará en la actividad productiva
¿Cuál es su perspectiva de la confianza empresarial para los próximos trimestres? ¿Prevé un pronto escenario de confianza en el terreno optimista?
Esperemos que sí, una vez que se disipe este efecto de El Niño Costero. El Perú viene de dos shocks consecutivos: el primero, las protestas que afectaron el sur del país; el segundo fue el ciclón Yaku que perjudicó la actividad económica del norte. Ahora, hacia el tercer y cuarto trimestre del año, esperamos que la confianza recupere gradualmente el terreno hacia este tramo optimista, conforme se registren mejores resultados la actividad económica y a partir de un ambiente político mucho más estable o, al menos, relativamente tranquilo.
ProInversión está más activa, hay buenos precios de los metales y se destraban megaproyectos como Chavimochic, pero la inversión privada no levanta. ¿Qué factores impiden que esta variable se gatille?
Creo que el mercado espera un rebote fuerte en la actividad económica para afianzar la confianza. Te grafico este escenario; por un lado, tenemos una actividad económica un poco débil por los shocks ya mencionados, pero, por otro, convive un sector privado que está dispuesto a invertir y eso se refleja en las cifras de empleo favorables de los últimos meses. En ese sentido, opino que el sector privado está listo para retomar confianza, pero eso no es algo que pasará de la noche a la mañana. Para que esta situación se consolide debe estabilizarse tanto la actividad económica como el ambiente político.
¿Y su perspectiva de crecimiento del producto bruto interno (PBI) en el segundo semestre del año y para todo el 2023?
En el 2023 tenemos una proyección de crecimiento de 1.3%, el cual es un poco bajo respecto al resto del año. Esta perspectiva se basa en que hasta mayo la economía peruana registra una contracción acumulada de 0.5%. Sin embargo, la economía peruana crecería 2.8% en la segunda mitad del año.
¿Qué factores acelerarán la economía en el segundo semestre?
Proyectamos un rebote de la inversión privada que se ha estado contrayendo fuertemente en la primera mitad del año, pero es un rebote relativamente tenue. No obstante, en este punto, lo más importante es el tema del consumo privado, sobre el cual sí prevemos una recuperación significativa. En los primeros dos meses del año, el consumo privado estuvo bastante deprimido por las protestas sociales. Entonces, ahí hay un efecto base que debería ayudar en la segunda mitad del año. Este dinamismo está apoyado por la creación de empleo formal que observamos después de los shocks y, justo, ese mayor trabajo debería traducirse en aumento del consumo, lo cual, a su vez, favorecería la confianza empresarial para retomar la inversión privada.
¿Hay un riesgo de que el Fenómeno El Niño pueda afectar estas perspectivas y con ello se revalúe la calificación crediticia del Perú?
No pensamos que el Fenómeno El Niño sea un riesgo crítico para la calificación, pero sí es una dificultad para el desempeño económico. En realidad, tendríamos que ver cómo este fenómeno climático podría afectar las cuentas fiscales. Eso es lo más crítico en cuanto a las consideraciones para la calificación. También evaluaremos cómo el Fenómeno El Niño puede afectar la posible evolución de la economía o el crecimiento potencial de mediano plazo. Hay que recordar que el Perú tiene una calificación de Baa1 con perspectiva negativa. La perspectiva negativa tenía mucho que ver con las protestas, pero estas se tranquilizaron.
