¿Por qué miente flagrantemente el señor Gómez y por qué lo tolera El País? El prestigio del diario disminuye con cada mentira grotesca y el Perú parece ser territorio ad hoc para engañar a alguien
Estoy convencido de la necesidad del adelanto de elecciones en el Perú y lo digo sin ambages. Es mi opinión, no requiero disfrazarla de noticia.
Un señor, Renzo Gómez Vega, es corresponsal del diario español El País en el Perú. No sé si reemplazó a Jacqueline Fowks o si ahora El País tiene más de un corresponsal. Algún talento y buenas formas tenía la Fowks. El señor Gómez, ninguno de ambos.
La misma noche publicó una nota de título sonoro (quizá estruendoso): Perú vuelve a marchar contra la presidenta Dina Boluarte. Allí reportó que ese día se había producido una insignificante movilización en Puno y otras – más reducidas aun- en otras cinco regiones. Nada que ver con el título falaz.
No hay peruano (salvo el señor Gómez) que siquiera sospeche que este reciente jueves el Perú volvió a marchar contra Boluarte. Es más, el jueves el Perú pudo haber marchado contra Juan Reinoso pero ese día no contra Boluarte. El fútbol concentra pasiones y desvía prioridades.
¿Por qué miente flagrantemente el señor Gómez y por qué lo tolera El País? El prestigio del diario disminuye con cada mentira grotesca y el Perú parece ser territorio ad hoc para engañar a alguien. En este caso, por las razones expuestas, a los peruanos no. Entonces la mentira apunta a la opinión pública internacional, no sabemos con qué propósito. Fowks es probablemente caviar pero no chambona. Gómez no tiene reparo. O quizá, sin querer, alucinó. Hay que tener cuidado con lo que se consume.
Repito, creo que Boluarte y el Congreso deben irse, tan rápido como la Constitución lo permita a partir de una demanda masiva -¡y pacífica!- de la población. Para eso no es necesario mentir, mucho menos con grosería.
Pedro Castillo violó la Constitución de modo indiscutible y fue correctamente vacado. Dina Boluarte era su vicepresidente y fue la sucesión constitucional incuestionable. Que su gobierno carezca de legitimidad y no se percate, es otro cantar. Para enfrentar eso hay vías constitucionales y a eso apuntamos muchos.
Dar gato por liebre está proscrito en el buen periodismo. El País tendrá sus motivos para permitirlo.
Miente, miente que algo queda, dicen que decía Goebbels. Mal referente para la presunta izquierda y peor incluso para El País.