CONGRESO: LEY DE ACCESO UNIVERSAL AL AGUA POTABLE YA ES UNA REALIDAD
El pleno del Congreso aprobó anoche- por 84 votos a favor- la Ley de Acceso Universal al Agua Potable. Una norma que, según el presidente de la Comisión de Descentralización Alejandro Cavero, permitirá que en un plazo no mayor de cuatro años, el 100% de la población cuente con el líquido elemento.
La ley de Acceso Universal al agua establece un marco normativo para llevar adelante una serie de intervenciones que permitan asegurar la dotación de agua potable a la población vulnerable o en condición de pobreza, que en la actualidad carece de este servicio en las zonas urbano y rural del país.
Dichas intervenciones serán de carácter tecnológico o no convencionales, entre las que se incluyen los sistemas de pilones de uso público y reservorios móviles alimentados por camiones cisternas, así como el uso de filtros “intradomiciliarios” o comunitarios para potabilizar el agua en aquellos lugares que tienen una fuente contaminada con metales pesados, entre otras alternativas.
Según explicó en su momento la ministra de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Hania Pérez de Cuéllar, “las intervenciones convencionales, que comprenden proyectos de inversión de infraestructura, redes y equipamiento, se desarrollarán paulatinamente en los próximos diez años, siguiendo la hoja de ruta planteada en el Plan Nacional de Saneamiento”.
De lo que se trata- dijo- es que el Estado subsidie al 100% la tarifa social de la población en condición de pobreza extrema, mientras que para los otros segmentos de poblaciones consideradas no pobres y no vulnerables, se les aplicaría una tarifa diferenciada.
EL DEBATE
Durante el debate parlamentario que antecedió a la aprobación de la norma Alejandro Cavero, presidente de la Comisión de Descentralización, dijo que en la actualidad 3.15 millones de peruanos no tienen agua potable en sus hogares.
Por ello, la norma aprobada permite la aplicación de soluciones alternativas e inmediatas que permitirán abastecer a este segmento de la población a través de tanques comunales, sistemas cisternas, plantas potabilizadoras portátiles, pilones, filtros intradomiciliarios, entre otros métodos no convencionales.
Ello significa que los beneficiarios, que antes pagaban un promedio de 80 soles mensuales por agua a camiones cisterna, ahora gastarán alrededor de 15 soles mensuales por agua segura, reduciendo los tiempos de espera mientras se culminan las obras definitivas de instalación de redes públicas, informaron los voceros de dicho portafolio.
«Gran parte del financiamiento de estas intervenciones no convencionales se darán a través de un subsidio cruzado, es decir, que la mayor incidencia económica del costo del servicio será asumida por quienes ya tenemos el acceso a agua potable, beneficiando a nuestros compatriotas que se encuentran en situación de pobreza o vulnerabilidad», añadió.
LA REALIDAD
De acuerdo con el reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) sobre la situación de la pobreza en el Perú al 2023, el 73,1% de los peruanos no tiene acceso a agua gestionada de manera segura.
De acuerdo con los especialistas, la definición de una población sin agua segura es cuando no se recibe el servicio por fuentes de redes públicas, pilones o pilas. A ello se añade el hecho de no contar con el suministro disponible las 24 horas.
También entra en esta categoría cuando el líquido elemento que se distribuye a la población no alcanza los niveles adecuados de cloro residual libre y, por consiguiente, su consumo puede resultar dañino.
En informe precisa que la falta de acceso al agua segura es superior en el área rural con 97,5%; mientras que en la urbana se registra un 67,8% en el 2023.
Asimismo, reveló que al 2023 alrededor del 21,6% de los peruanos no cuenta con un sistema de alcantarillado, desagüe, ni otra forma de disposición sanitaria de excretas. En este segmento se incluye a los habitantes que no tienen acceso a zanjas, pozos sépticos o tanques dentro o fuera de sus viviendas.