(Sputnik/Angélica Ferrer).- El abandono de Perú a su línea de crédito flexible (LCF) ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) es un alejamiento del organismo internacional y una muestra de cómo se realizan actualmente los negocios, afirma el maestro en economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Aaron Morales Islas.
«Es un cambio en la estructura de cómo se hacen los negocios a nivel internacional. En el caso de Perú, se está viendo un alejamiento hacia el Fondo Monetario Internacional (…) Esto forma parte de nuevos procesos y dinámicas dentro del capitalismo, que van encaminados a buscar otras alternativas de las históricamente reconocidas»
Asimismo, el experto señala que Lima podría acercarse a más naciones, como China, con la que se encuentra en negociaciones para forjar un tratado de libre comercio.
Durante abril, el ministro de Exteriores peruano, Javier González-Olaechea, declaró durante un viaje a Pekín que el pacto comercial podría estar listo a finales de 2024. «No se trata solo de invertir, sino de hacer amigos», apuntó.
Recientemente, el organismo encabezado por Kristalina Georgieva anunció que el Gobierno peruano había dejado de lado la línea de crédito por más de 10.000 millones de dólares, misma que había adquirido en 2020 por la pandemia de COVID-19.
El primer país que abandonó la línea de crédito flexible del FMI fue Polonia en 2017. Sin embargo, Perú es la primera nación de América Latina que toma esa decisión.
Perú disminuyó su acceso al 300% de la cuota en la ratificación de la LCF aprobada en mayo de 2022, debido a mejores resultados en las reservas internacionales y menores necesidades de financiamiento externo.
Sin embargo, en la siguiente revisión del acuerdo, que fue en 2023, Perú dijo que no tenía intenciones de adquirir un nuevo pacto, por lo que este expiró el 26 de mayo de este 2024.
«Esta decisión era esperada, dada la intención previa de las autoridades de no solicitar un nuevo acuerdo LCF en función de la evolución de los riesgos externos», indicó el Fondo Monetario Internacional en un comunicado.
¿Para qué sirve la línea de crédito flexible del FMI?
De acuerdo con el experto, la línea de crédito flexible del FMI, que existe desde 2009, es un apoyo financiero para que los países puedan atender diversas necesidades ante condiciones adversas, con el fin de preservar la estabilidad económica.
Se da a las naciones, «especialmente en periodos de riesgos constantes y, de esta manera, pueden disponer de los recursos asignados una vez que se han aprobado por el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional», precisa.
Para esto, hay criteriosque el organismo evalúa previo a dar luz verde a este beneficio, por ejemplo, que el país tenga una posición externa sostenible, un sistema financiero sólido y sin problemas de solvencia, así como un nivel inflacionario bajo.
De cualquier manera, el especialista explica que, aunque las naciones no cumplan en su totalidad con los requisitos que pide el FMI para otorgar la línea de crédito flexible, «sí se requieren criterios de política pública compensatoria para que puedan calificar» para ese trámite.
La LFC puede ser renovable. En un inicio, se puede hacer ese ajuste cada uno o dos años.
Pros y contras de la acción de Perú
Después de la decisión tomada por Perú sobre su línea de crédito flexible, el FMI reconoció los avances en materia económica de la nación encabezada por Dina Boluarte así como las políticas macroeconómicas«muy sólidas a pesar de la turbulencia política».
No obstante, después de que el país sudamericano, que es miembro del Fondo desde 1945 y tiene una cuota de 1.334,5 millones de derechos especiales de giro (alrededor de 1.761 millones de dólares), habrá algunos pros y contras tras abandonar su LCF, estima Morales Islas, quien también es docente en la UNAM.
«Una lectura está encaminada a que las autoridades hagan mayor relación con otros países asiáticos que con Estados Unidos» y sus aliados occidentales, pondera.
«Algunos autores catalogan al FMI como una representación de la lucha de clases en la que participa el capital financiero. Desde la perspectiva del organismo internacional, [el abandono de la LCF por parte de Perú] podría considerarse como una declaratoria de competencia desde varias vertientes, por ejemplo, con el bloque BRICS», asevera.
Sumado al acercamiento con países de Asia, el maestro en economía por la UNAM menciona que, en caso de que Perú requiriese algún préstamo, podría solicitarlo al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sería idóneo que buscara «algunos esquemas de financiamiento mediante modalidades a empresas de nueva creación o las startups que tengan un negocio escalable. Otra opción son los bancos de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) o el Centroamericano de Integración Económica (BCIE), especialmente para rubros como la inclusión financiera», concluye.
TOMADO DE: https://latamnews.lat/20240531/una-declaratoria-de-competencia-esto-significa-para-el-fmi-la-renuncia-de-peru-a-su-credito-1151429092.html