un partido que, que por su historia es “más grande que sus ocasionales problemas”, que tienen la honrosa característica de su origen netamente democrático
Este 7de Julio, Acción Popular (AP), partido histórico, conmemora su 68 aniversario de fundación, en el contexto de una crisis política que impide la gobernabilidad y de ineficacia de un sistema de partidos, expresada en la falta de ética que exhibe el Congreso. En lo interno, el aniversario le llega, resistiendo años a sus propios desaciertos y a manejos arbitrarios de plazos, trámites y resoluciones a sus problemas, evidencias que fortalece la sospecha de estar en la mira del ROP, dentro un presunto proceso de desprestigio a los partidos históricos. La práctica de transparencia obliga al JNE, disponer que la instancia pertinente abra investigación sobre las últimas intervenciones ONPE-ROP en AP.
Los correligionarios tenemos la convicción de superar la crisis de institucionalidad que nos viene abatiendo, somos conscientes del daño causado al partido y de la vergüenza que nos genera las deplorables actuaciones de la representación parlamentaria comprometida en escándalos como el de “Los niños” y de quienes, ejerciendo representación política en los gobiernos sub nacionales, defraudaron las expectativas ciudadanas con manejos deshonestos de los recursos públicos, no acordes con la tradición partidaria. Por una cuestión de dignidad y limpieza moral, deben ser expulsados ya, de la militancia.
Ante esos -llamémoslos- “accidentes” o “baches”, que forman parte de las lamentables excepciones que salpican a la trayectoria institucional, expresamos nuestro categórico deslinde y demanda a los actuales dirigentes, para que “limpien la casa”, de todos quienes nos hacen daño, solo así será viable la recuperación del honor de la confianza ciudadana, confianza que merece servicio y honestidad que solo puede garantizar un partido institucionalmente organizado, relanzado dentro del marco de los valores democráticos, que descentralice su visión y elabore un plan nacional acorde con las necesidades de hoy.
Claro. Todos los militantes tenemos culpa de la situación; unos más, otros menos y otros por indiferencia, no se salvan los que tuvieron su conducción en los últimos 20 años. No supimos honrar el legado, enfrentar con eficacia las consecuencias de la flaqueza de los filtros para elegir candidatos, ni sancionar los excesos que desnaturalizaron los mecanismos tradicionales de nuestra democracia interna; la que, inclusive en estos días, es amenazada con retroceder a elecciones vía plenarios o convecciones electorales por delegados, a sabiendas que esto engendra abuso de cúpulas y de los dueños de partido.
Por tanto, todos los militantes estamos en la obligación moral de coadyuvar a superar la situación se AP, para reinsertarnos en las expectativas de las causas nobles del Perú, sobre todo en estos días en que vuelve una adelantada fiebre electoral con la aparición de espontáneos “salvadores”, tránsfugas, “vientres de alquiler” y de “nuevos” partidos etiqueta con caras conocidas de trayectorias poco auspiciosas, se necesita el concurso de partidos de verdad. AP no debe ni puede estar al margen de la competencia.
Caminamos con la frente en alto y vamos para adelante.
Su experiencia, trayectoria de indiscutible lucha por las libertades, práctica democrática, logros y comportamiento ético en tres oportunidades de gestión de gobierno, son garantía de propuestas y gestiones alejadas de los dogmatismos de los extremos y de los centros convenencieros, porque el Perú urge ir hacia adelante por el ideal de una sociedad justa.
En este 68 aniversario, los acciopopulistas de formación y convicción, leales al legado del Jefe-Fundador, Arq. Fernando Belaunde Terry, tenemos claro que un grupo de desleales, oportunistas y/o ignorantes de “El Perú como doctrina”, no pueden mancillar ni expresar la integridad de un partido que, que por su historia es “más grande que sus ocasionales problemas”, que tienen la honrosa característica de su origen netamente democrático y está libre de las componendas y corruptelas que se alimentan con financiamientos por debajo de la mesa y con dineros de actividades ilegales, inmorales, que llenan los medios con destapes. Caminamos con la frente en alto y vamos para adelante.