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ALMAGRO: FELONÍA DIPLOMÁTICA

Escribe: Luis Gonzales Posada

 

antes de conocerse los resultados de la segunda vuelta electoral la televisión proyectó imágenes de un grupo de diplomáticos retirados en la puerta de la casa de Castillo –¿Sarretea?–, entre ellos Manuel Rodríguez Cuadros, Óscar Maurtua, Carlos Velasco y Harold Forsyth. Ahí debe haber nacido la portátil, que después integró a Almagro

 

Almagro, secretario general de la OEA, se ha revelado como un eficiente operador político del presidente Pedro Castillo, al organizar – con el canciller Landa y el embajador Forsyth – la reunión del Consejo Permanente del organismo hemisférico, logrando que se apruebe una torva resolución de apoyo al mandatario peruano que dice estar amenazado por “un golpe de estado” organizado por el Congreso de la República y la Fiscal de la Nación.
Se confirma, así, la existencia de una portátil diplomática liderada por Almagro e integrada por embajadores retirados que cumplen – a cambio de altas remuneraciones – el penoso papel de blindar al régimen en el contexto internacional, ocultando o minimizando las acusaciones de corrupción en su contra o sosteniendo que son patrañas de la derecha peruana.
Esta logia se constituyó al conocerse los resultados de la segunda vuelta electoral, cuando la televisión proyectó imágenes de un varios diplomáticos retirados en la puerta de la casa de Castillo. Ahí debe haber nacido la portátil, que después integró a Almagro, personaje políticamente bipolar, sin palabra y camaleónico.
Es oportuno recordar, por ello, la inolvidable entrevista brindada a la cadena televisiva Telesur – 24/05/2013- cuando en su condición de canciller del Uruguay manifestó que «a estas alturas nadie puede desconocer el extraordinario papel de estadista que tuvo y que tiene el presidente Chávez, porque su legado permanece. Nos dejó Celac, el Alba, Unasur, el ingreso al propio Mercosur. Fortaleció todos los mecanismos de intercambio dentro de la región. […] La dimensión de estadista de Chávez es una dimensión que trasciende lo continental y hemisférico. Es algo que proyecta a Venezuela al mundo. Hizo cosas extraordinarias como reflotar la OPEP. O sea, estamos hablando de alguien que tiene una dimensión internacional muy importante”.
Esas melosas loas fueron dichas por Almagro cuando Chávez tenía trece años de gobierno, periodo que destruyó económicamente su patria, fomentó corruptelas, violó derechos humanos, confiscó 1,200 empresas (El Economista 08/03/2013) e impulsó el éxodo de millares de compatriotas, una migración que hoy supera siete millones de personas según cifras de la ONU.
Así, sumiso y vasallo ante el dictador, se mostró Almagro porque ambicionaba la Secretaría General de la OEA y necesitaba los votos del bloque chavista. Los obtuvo y resultó electo el 26 de mayo de 2015: casi de inmediato enfiló sus baterías contra su patrocinador.
Cuando tomó posesión del cargo sostuvo que «el único punto de la Carta de la OEA que deberíamos reformar es el de la reelección del secretario general: es un cargo que no puede ser reelecto y es lo que defiendo la la práctica política» (El País 21/03/2022). Por supuesto que se zurró en sus palabras y presentó a la reelección para el periodo 2020-2025.
Más grave resultó su inmoral apoyo a la cuarta e ilegal postulación del dirigente cocalero Evo Morales, prohibida por la Constitución y un referéndum. Almagro, inicialmente sostuvo que “Evo deberá respetar la voluntad popular. Ningún juez puede levantar el dictamen del único soberano que es el pueblo”. Dos meses después, invitado por Morales a Cochabamba, hizo un vergonzoso giro de 180 grados manifestando que “sería absolutamente discriminatorio que Evo no postule”. Con su aval volvió a candidatear y “ganó” vía un descomunal fraude electoral, que provocó violentos estallidos sociales, su renuncia y exilio.

la portátil del gobierno ha cumplido exitosamente su misión de blindar la corrupción en el Perú, cuestionando el trabajo parlamentario, de magistrados y fiscales, que cumplen funciones en el ámbito de sus competencias constitucionales,

Volviendo al caso peruano, Almagro calificó de “extraordinario” el discurso de Castillo en la ceremonia de tras misión de mando; en diciembre, cuando el Congreso debatía la primera moción de vacancia, arribó a Lima para manifestar que el jefe de Estado estaba comprometido en luchar contra la corrupción y “quiere que su gestión sea lo más limpia posible”. En su última visita agregó que “el presidente está comprometido con la mejor gestión de la agricultura, para que la misma sea una respuesta para el Perú y dentro del hemisferio”, soslayando que su gobierno ha fracasado en comprar fertilizantes para la campaña agrícola y que la prometida “segunda reforma agraria” no pasó de ser una oferta demagógica.
Ahora, la portátil del gobierno ha cumplido exitosamente su misión de blindar la corrupción en el Perú, cuestionando el trabajo parlamentario, de magistrados y fiscales, que cumplen funciones en el ámbito de sus competencias constitucionales, brindando a los involucrados en casos delictivos las garantías del debido proceso.
Que pena que la OEA continúe deslizándose por el tobogán del descrédito – el presidente Bukele ha anunciado el retiro de El Salvador- y que ahora la crisis se ahonde porque la organización se está transformando en un escudo protector de quienes delinquen.

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