Luiz Inácio Lula da Silva asumió una serie de compromisos con la iglesia Evangélica, para acaparar una parte de los votos que favorecen en un 65 por ciento al presidente Jair Bolsonaro.
La izquierda vive de hablar mal de nuestras banderas, pero en época de elecciones se apasiona por ellas
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ironizó los compromisos que el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva tuvo que asumir ante los evangélicos para intentar atraer sus votos, mayoritariamente favorables para el líder ultraderechista.
El jefe de Estado afirmó en un mensaje en sus redes sociales que al parecer también se ganó el voto del expresidente (2003-2010), el favorito en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
«Lula ahora dice que es contrario al aborto, las drogas y la ideología de género. Conseguimos cambiar otro voto (a favor de Bolsonaro)», afirmó el líder de la ultraderecha brasileña al referirse a la Carta a los Evangélicos divulgada este miércoles por el líder del Partido de los Trabajadores (PT).
«Con un poco más de tiempo y él(Lula) va a pulsar 22(el número de Bolsonaro en las urnas electrónicas) por la libertad de la Nación. La izquierda vive de hablar mal de nuestras banderas, pero en época de elecciones se apasiona por ellas», agregó el jefe del Estado.
En el documento que presentó este miércoles tras una reunión con líderes evangélicos, el líder progresista se comprometió, en caso de vencer las elecciones, a mantener la libertad de culto y de religión, a reforzar el papel de la familia y a no interferir políticamente en el uso de la fe.
Respeto y admiración por la fe de evangélicos
Declarado católico, Lula también manifestó su «respeto y admiración» por la fe de los evangélicos e insistió en la importancia de la familia, una de las principales banderas del líder ultraderechista, férreo defensor de los valores cristianos y la agenda conservadora.
Igualmente se dijo contrario al aborto, pero recordó que su legislación le compete al Congreso brasileño, que actualmente es de tendencia conservadora, pese a que hace algunos meses defendió la interrupción del embarazo en los casos ya previstos por la ley, como violación o riesgo para la vida de la madre.
Con tales compromisos, Lula aspira a reducir la resistencia que tiene entre los evangélicos, que representan a cerca de la cuarta parte de los electores brasileños.
De acuerdo con los últimos sondeos de intención de voto para la segunda vuelta electoral del 30 de octubre, Bolsonaro cuenta con el respaldo de cerca del 65 por ciento de los evangélicos, más que el doble que Lula (31 %),
Lula venció la primera vuelta en Brasil con el 48,4 por ciento de los votos, frente al 43,2 por ciento de Bolsonaro, y los últimos sondeos indican que se impondrá en el balotaje, pues tiene un 49 por ciento de la intención de voto, cuatro puntos por encima del presidente (45 %).