Los socialistas brasileños ofrecieron al liberal Geraldo Alckmin como compañero de fórmula, lo que supone el primer paso para la constitución de su candidatura conjunta a la presidencia y vicepresidencia de Brasil
«Necesitamos la experiencia de Alckmin y mi experiencia para arreglar Brasil»
«Necesitamos la experiencia de Alckmin y mi experiencia para arreglar Brasil», dijo el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ayer viernes (08.04.2022) ante la prensa en Sao Paulo. «Tengo certeza de que el Partido de los Trabajadores aprobará su nombre como candidato a vice», le dijo a Geraldo Alckmin.
Los socialistas brasileños ofrecieron al liberal Alckmin como compañero de fórmula para las elecciones presidenciales del próximo octubre, en el marco de una alianza entre el Partido de los Trabajadores (PT) del líder izquierdista y el Partido Socialista Brasileño (PSB), al que se afilió recientemente el político centrista.
La elección presidencial se anticipa polarizada entre Lula, que lidera las intenciones de voto, y el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, sin una «tercera vía» fuerte. El exmandatario aún no ha confirmado su candidatura para competir por su tercer mandato, pero se ha mostrado cada vez más en ese rol en la precampaña. El plazo oficial para registrar las candidaturas no empieza hasta el 20 de julio.
Alckmin, cofundador del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) de Fernando Henrique Cardoso y figura del PSB desde marzo, enfrentó a Lula en las elecciones de 2006 y perdió por un amplio margen en segunda vuelta.
Hoy, quien fuera gobernador de Sao Paulo entre 2001-2006 y 2011-2018 es la apuesta de Lula para ampliar su base electoral, pero en su partido no faltan los detractores de esta alianza. «Alckmin-dijo no obstante Lula-, usted será recibido como viejo compañero dentro de nuestro querido Partido de los Trabajadores».
Alckmin, de 69 años, prometió «sumar esfuerzos»para «reconstruir» y «redemocratizar» el país, «ante un gobierno que atenta contra la democracia y contra las instituciones».Lula resaltó la necesidad de «conversar con toda la sociedad brasileña» en caso de vencer los comicios de octubre.