La banda criminal ofreció al presidente electo de Colombia dejar las armas temporalmente con la condición de que sus miembros no sean encarcelados. El Clan dice querer «pedir perdón» y «esclarecer la verdad».
también hace un alegato contra la extradición, «que debería operar solo en los casos donde haya ausencia de verdad, perdón, justicia, reparación y no repetición».
En un comunicado difundido ayer jueves (21.07.2021) y firmada por más de 30 organizaciones criminales, el mayor grupo criminal de Colombia. el Clan del Golfo, informó que se muestra abierto a «coordinar un cese al fuego contra la institucionalidad a partir del 7 de agosto», día en que tomará posesión Petro, a desarmarse «en el momento indicado» y a «pedir perdón» aportando «verdad total e integral«, algo que vendría de la mano de «reparar y, sobre todo, no repetir los actos criminales».
Este paso se acoge al «momento histórico» que vive Colombia «en el que por primera vez llega a la dirección del país un presidente de izquierda». En el escrito, el grupo propone «ser parte activa de este proyecto» de «lograr la tan anhelada ‘paz con justicia social'».
Pero la voluntad de parar sus actividades criminales viene condicionada: «Nadie debería llegar a la cárcel, pues está comprobado que (…) no cumple con los fines de resocialización».
En el escrito, el Clan del Golfo también hace un alegato contra la extradición, «que debería operar solo en los casos donde haya ausencia de verdad, perdón, justicia, reparación y no repetición».
El principal cabecilla del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga David, alias «Otoniel», fue capturado el octubre pasado y extraditado a Estados Unidos en mayo de este año para responder por delitos de narcotráfico. Su extradición propició la declaración de un «paro armado» de su grupo criminal que sembró el miedo en algunas regiones de Colombia y dejó más de 300 hechos de violencia.