El Gobierno de Estados Unidos anunció ayer miércoles (17.01.2024) que incluirá a los rebeldes yemeníes hutíes en su lista de grupos terroristas por sus ataques a buques mercantes en el mar Rojo. La inclusión se hará efectiva dentro de 30 días, el 16 de febrero, aunque existe la posibilidad de que la medida sea reconsiderada si los rebeldes suspenden sus bombardeos.
El objetivo es ejercer presión contra los rebeldes yemeníes para evitar que sigan atacando embarcaciones en el mar Rojo y afectando el comercio internacional.
Los ataques «son un claro ejemplo de terrorismo y una violación del derecho internacional y una gran amenaza a las vidas y al comercio global, y ponen en peligro la entrega de ayuda humanitaria», dijo un funcionario estadounidense durante una conversación con la prensa.
El objetivo de la medida, además de poner presión, es lograr que terminen unos ataques que ponen en riesgo las cadenas de suministros.
Optando por la calificación de agrupación «especialmente designada como terrorista a nivel global»en lugar de «organización terrorista extranjera», que abarcaría más sanciones y prohíbe completamente el comercio, Estados Unidos quiere mantener la ayuda humanitaria a Yemen.
El objetivo de Washington sería cortar el financiamiento de los hutíes en el sistema financiero internacional sin que ello se impida la llegada de comida, medicinas y ayuda humanitaria.
Seguirán atacando
Un portavoz de los hutíes, Mohammed Abdulsalam, dijo a la agencia Reuters que la decisión adoptada por Estados Unidos no afecta en absoluto las operaciones de los insurgentes en el mar Rojo, el mar Arábigo y el estrecho Bab al-Mandab para impedir que los barcos que navegan hacia Israel lleguen a su destino.
Los ataques de Estados Unidos contra objetivos hutíes tampoco se verán frenados por esta medida.
El expresidente republicano Donald Trump (2017-2021) designó a los hutíes como «terroristas»en una de sus últimas decisiones como mandatario, pero el Gobierno de Biden anuló la medida poco después de llegar a la Casa Blanca precisamente para no agravar la crisis humanitaria en el Yemen, toda vez que Naciones Unidas considera la situación en ese país como la mayor crisis humanitaria del planeta.