LA DEMOCRACIA CAVIAR
Escribe: Francisco Diez Canseco Távara
El título de esta columna emerge de una evidente conclusión: como los Borbón, según Talleyrand, esta fauna parasitaria nada ha olvidado y nada ha aprendido.
Luego de ser expelidos del Gabinete Ministerial por Pedro Castillo, los caviares mantienen sin duda sus vínculos con el gobierno para preservar las jugosas asesorías de las cuales viven y que alimentan la continuidad de sus preciadas ongs.
Para ellos, acostumbrados a vivir de la ubre estatal y de la cooperación internacional es indispensable mantener los vínculos con el Poder político: de otra forma se quedan sin chamba. Para muchos cooperantes, la utilidad de la caviarada corre en función a su influencia para trazar políticas gubernamentales.
Suena, por tanto, a despecho transitorio la afirmación de Pedro Francke cuando afirmó, luego de que Castillo lo sacó del Ministerio de Economía, que el hombre del sombrero-aunque los cubanos ya le cambiaron el look- no entendía de la misa a la media sus explicaciones sobre economía. Lo cual, dadas las características del chotano, debe ser rigurosamente cierto.
No otra explicación hay para la cancelación ayer de la convocatoria al Acuerdo Nacional hecha por el “portero” de Palacio de Gobierno ,Vladimir Cerrón, ´no por casualidad tocayo del corrupto déspota ruso Vladimir Putin: los caviares inventaron y manejan ese manipulado “Acuerdo” y, sin duda, no estaban en ánimo de apoyar públicamente a Castillo dos días antes de que se discuta su vacancia por incapacidad moral permanente en el Congreso de la República.
Pero como la escopeta de dos cañones es un viejo instrumento de la caviarada que también maneja el sistema interamericano de Derechos Humanos, la OEA ha pedido al Congreso, en una maniobra insólita y sin precedente, designar representantes para que vean el debate de la moción de vacancia: habrá que proporcionarles un buen televisor y su respectiva bolsa de canchita.
Ojo que acaban de designar como Presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a una prominente caviar procedente de la PUCP, Julissa Mantilla Falcón.
Hace unos lustros escribí una columna titulada “La Democracia Caviar”.El título de esta columna emerge de una evidente conclusión: como los Borbón, según Talleyrand, esta fauna parasitaria nada ha olvidado y nada ha aprendido.
(*) Presidente de Perú Nación
Presidente del Consejo por la Paz
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