LA IMPLOSIÓN DE LA JUNTA NACIONAL DE JUSTICIA
La Junta Nacional de Justicia (JNJ) está implosionando; vale decir se está derrumbando, rompiendo, estallando hacia adentro. Y es que claramente, se puede observar que en los últimos tiempos la actividad funcional de la JNJ deja mucho que desear, porque no solamente no avanza con el debido nombramiento de magistrados del Poder Judicial y fiscales del Ministerio Público -titulares, como ordena la Constitución-; propiciando y alimentando la altísima provisionalidad que hoy agobia nuestro sistema de justicia, sino que, tampoco colabora con las funciones constitucionales que se le otorga con respecto a su posición vital en el sistema de justicia.
la JNJ ha implosionado y que el cambio que se quiso hacer del anterior Consejo de la Magistratura a la actual JNJ no ha servido de nada. Solo ha sido cambiar mocos por babas, y ha ido de mal en peor.
De esta manera, ha dedicado gran parte de su tiempo a perseguir, bien o mal, a la Fiscal de la Nación, a la que ha llegado a suspender de manera exprés, con solo fotocopias de unos chats que no se han corroborado. Sin embargo, cuando el mismo testigo declara ante fiscales y autoridades, con firma y bajo la obligación de la delación premiada, contra otros funcionarios fiscales, no ha tenido ni la misma celeridad y ni la misma severidad.
La JNJ también ha sido pasible de acusaciones: es el caso de su miembro Guillermo Thornberry, cuanto en el caso del activista Aldo Vásquez, que se pasea por todos los medios de comunicación con una posición progresista, sino que además, tiene a una integrante como Amabilia Zavala, abstenida en los casos de Patricia Benavides por los claros vínculos que su hija tiene en el Ministerio Público. Además, tiene a una integrante, activista a ultranza, pinki de sus amigos de IDEHPUCP, como la señora Tello, que además ha superado el límite de edad constitucional para estar en el cargo, sin embargo, por medio de una serie de elucubraciones mentales y disfuerzos jurídicos de bajo calibre, sigue participando muy activamente en la persecución contra Patricia Benavides, a la que a diario se le bombardea con resoluciones sobre sus muy abultados casos, y que, de hecho, es la que tiene mayor número de instrucciones contra ella y es la que últimamente ha dado una altísima velocidad a dichos procedimientos.
Así las cosas, es muy fácil prever que la misión vital de la JNJ es irse este año con la destitución final de Patricia Benavides. Ese es su leit motiv, su élan, su razón de ser en esta vida. Sin embargo, no sucede lo mismo con otros casos, ni sucede lo mismo respecto de las otras funciones que tiene la JNJ, que prácticamente las ha abandonado.
Con la renuncia de Ávila, la JNJ queda coja y herida de muerte por las declaraciones de Villanueva, que son la misma base de la suspensión irregular que hace poco le hizo a Patricia Benavides.
Vemos ahora como su miembro Thornberry está trompiconeado por las declaraciones del mismo testigo en cuya base se suspendió súbitamente a la Benavides, y que este mismísimo testigo el que también se ha llevado de encuentro al ahora ex miembro Ávila, quien no ha tenido mejor idea que renunciar, porque dice que es inocente, en un claro contrasentido.
Avila, por su parte, ya soportaba antaño acusaciones respecto de una presunta fraude de su tesis de maestría; no obstante, eso no fue óbice para que postulara y sea designado como miembro de la JNJ, que son los jueces de los jueces, y quien debería de estar por encima del bien y del mal, porque la JNJ tiene por esencial misión constitucional proveer el elemento subjetivo tanto de la judicatura, cuanto del Ministerio Público.
Con la renuncia de Ávila, la JNJ queda coja y herida de muerte por las declaraciones de Villanueva, que son la misma base de la suspensión irregular que hace poco le hizo a Patricia Benavides. Por ello, se puede decir claramente que la JNJ ha implosionado y que el cambio que se quiso hacer del anterior Consejo de la Magistratura a la actual JNJ no ha servido de nada. Solo ha sido cambiar mocos por babas, y ha ido de mal en peor.
va a ser muy difícil que los medios caviares y progresistas, ahora, continúen con el soporte a la JNJ y que salgan en su defensa, cuando en su propio seno tiene miembros severamente cuestionados
En suma, se puede prever un futuro absolutamente negro e incierto respecto lo que va a hacer la JNJ en los próximos días, pero lo más probable es que esto colabore a que el Congreso prosiga en su carrera y afán en destituir, si no es a todos, a gran parte de los miembros de la JNJ; y ellos mismos, los de la JNJ, están colaborando muy alegremente a que esto sea así.
Por consiguiente, va a ser muy difícil que los medios caviares y progresistas, ahora, continúen con el soporte a la JNJ y que salgan en su defensa, cuando en su propio seno tiene miembros severamente cuestionados como el caso de Thornberry, Ávila, Tello, y el propio “permanente portavoz” Aldo Vásquez, quien es su principal interlocutor y quien siempre gusta de contestar con “comunicados” de la Junta, como si en el sistema de la administración de justicia las decisiones y avances se dieran comunicados ante la prensa, antes que con resoluciones fundadas en derecho y procedimientos acordes con el debido proceso, tal como lo manda la Constitución y la Convención Americana de Derechos Humanos. (GUIK)