Argentina, Uruguay y Ecuador decretaron emergencia sanitaria en los últimos días, a fin de prevenir una expansión de la enfermedad. Otros países han reforzado la vigilancia.
La situación de Argentina y Uruguay está lejos de ser aislada, pues el martes Guatemala declaró el estado de emergencia tras confirmar la presencia del virus H5N1 en pelícanos.
La decisión de Argentina y Uruguay de decretar la emergencia sanitaria tras el hallazgo de los primeros casos de gripe aviar aumentó ayer miércoles (15.02.2023) el nivel de alerta en Latinoamérica por el avance de esta enfermedad, que ha llegado a afectar a humanos en las últimas décadas y que recientemente se ha detectado también en algunas especies de mamíferos.
La situación de Argentina y Uruguay está lejos de ser aislada, pues el martes Guatemala declaró el estado de emergencia tras confirmar la presencia del virus H5N1 en pelícanos.
La enfermedad, que en algunas ocasiones ha llegado a afectar a humanos con varios casos mortales, sigue siendo poco habitual en nuestra especie, «pero no podemos asumir que siempre sea así y debemos prepararnos para cualquier cambio de situación», dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Este mal se detectó por primera vez en 1996, se ha expandido ampliamente entre aves, tanto libres como en cautividad, y actualmente la OMS continúa trabajando con sus socios para monitorizar la evolución del virus, estudiando especialmente los casos en otros animales y seres humanos, puntualizo el máximo responsable sanitario de Naciones Unidas.
Alerta también en Ecuador, Cuba y Centroamérica
Esto es lo que ha sucedido en Ecuador, donde se reportó el caso de una niña de 9 años de la provincia andina de Bolívar que se contagió al haber estado aparentemente en contacto con un ave enferma. Hasta la fecha, casi 1,2 millones de aves han muerto o han sido sacrificadas en ese país.
Las alarmas se prendieron en Cuba la semana pasada al ser detectados casos de influenza aviar en el Zoológico Nacional en La Habana, motivo por el cual el recinto fue declarado en cuarentena.
En Costa Rica se detectó el primer foco de gripe aviar el pasado 23 de enero en pelícanos en la provincia de Limón (Caribe) y luego identificó otros contagios en aves silvestres en esa misma provincia y en una explotación de aves.
Desde el 14 de enero rige en Honduras una emergencia sanitaria por 90 días ante la muerte de pelícanos en varias zonas costeras del Caribe. Hasta el 1 de febrero habían muerto 247 pelícanos.
Mientras, las autoridades de El Salvador dijeron estar «en alerta preventiva continuada», mientras Panamá impuso una medida similar el pasado 24 de diciembre tras confirmarse el primer caso de influenza aviar. Desde entonces se han registrado tres casos y se han sacrificado más de 2.500 aves.
En tanto, en Nicaragua, las autoridades decidieron reforzar la vigilancia epidemiológica por los casos de gripe aviar detectados en el itsmo y anunciaron que entre el 13 y 17 de marzo realizarán un simulacro sobre prevención de la gripe aviar.
Por su parte, las autoridades de Chile han confirmado más de 10.000 aves muertas presuntamente a causa de la gripe aviar.
En Venezuela, la presencia de gripe aviar fue detectada en pelícanos también en diciembre, por lo que se declaró el estado de alerta sanitaria en cinco estados costeros hasta fines de febrero.
Los primeros casos en Perú fueron detectados a finales de noviembre en pelícanos. Días después el contagio pasó a aves domésticas de corral, lo que motivó al Ministerio de Salud a decretar una alerta epidemiológica. Desde entonces, al menos 55.000 aves han muerto.
La influenza aviar afecta principalmente a las aves domésticas y se clasifica en dos subtipos en función de dos proteínas de superficie y es considerada altamente mortal, de acuerdo con la OMS.