MÁS VARONES OPTARON POR LA VASECTOMÍA TRAS LA PANDEMIA
Los efectos económicos que ha dejado la pandemia ha obligado a muchas parejas a considerar la necesidad de prevenir un embarazo no deseado y buscar los servicios de planificación familiar que permita elegir un método anticonceptivo, no solo para mujeres sino también para hombres.
Las mujeres están eligiendo métodos de mayor duración, informa Servicio de Planificación Familiar
Por esa razón y debido a que los establecimientos del Ministerio de Salud priorizaron al covid-19, las atenciones en el Instituto Peruano de Paternidad Responsable (Inppares) se han incrementado desde del 2021, informó a la agencia Andina el médico encargado del Servicio de Planificación Familiar, Abelardo Peña.
A diferencia de tiempos anteriores a la pandemia, más hombres acudieron a los servicios de Urología y de Planificación Familiar para solicitar una vasectomía, por ser un método anticonceptivo definitivo, informó el especialista
Existe una tendencia a la demanda de ese método, añadió. Antes de la pandemia, en el 2019, Inppares atendió 236 solicitudes de vasectomía, mientras que en el 2020, 126; en el 2021, 351. Solo en lo que va del 2022 se han atendido 155 solicitudes.
“Quienes solicitan la vasectomía son su mayoría son padres de familia que ya no desean tener más hijos. Pero también aquellos que no desean ser padres y los que, con su pareja, tampoco quieren serlo”, comentó.
Según reporta Peña, la mayoría de varones que prefiere la vasectomía tienen entre 35 y 44 años, y provienen principalmente de Lima Metropolitana. En las provincias en donde Inppares tiene sede (Arequipa, Chimbote y Chiclayo), aún los hombres tienen muchos prejuicios para usarlo.
“El principal es que puede afectar su virilidad o su performance durante la relación sexual; por esa razón las consultas son poco frecuentes en estos departamentos, inclusive en el servicio de Urología”, asegura.
Métodos de larga duración
En ese mismo periodo de tiempo, en cambio, las mujeres han elegido métodos anticonceptivos de larga duración, como los Dispositivos Intra Uterinos (DIU) y los implantes para evitar embarazos no deseados y poder enfrentar la crisis económica que ha generado la pandemia en sus hogares.
Las atenciones para estos métodos también aumentaron. Así, por ejemplo, para el uso del DIU estás llegaron a 777, en el 2019; a 610 en el 2020; y a 1,006, en el 2021. Mientras que para implante en el 2019 fueron de 1,110; 946 en el 2020; y de 1,639 en el 2021, precisó el médico.
“Muchas de ellas habían programado salir encinta el 2021 pero decidieron posponer su embarazo hasta que las condiciones económicas mejoren. Inclusive, las más jóvenes optaron por no tener relaciones sexuales, y luego retornaron al método que usaban, como el inyectable”.
Sobre la preferencia hacia los DIU y los implantes, Peña reconoció que, gracias a las consejerías, pudieron orientar adecuadamente a las mujeres e informarles sobre las características de estos métodos, su tiempo de protección y los efectos secundarios que tienen.
Para el médico encargado del Servicio de Planificación Familiar de Inppares, esta práctica ha sido muy importante porque muchas de ellas prefirieron dejar el inyectable, cuyo tiempo de protección es de tres meses, para comenzar a usar el DIU.
Este método tiene dos presentaciones: el DIU hormonal que no aumenta el sangrado de la menstruación ni en cantidad ni tiempo, por el contrario, lo suspende, y la protección que ofrece es de cinco años; y la T de cobre, cuya seguridad es de hasta 12 años.
El otro método de larga duración es el implante hormonal, un anticonceptivo subdérmico que, de acuerdo al número de cánulas puede proteger tres años, si es una sola; y de cinco años, si son dos cánulas.
Quienes prefieren los métodos de larga duración son mujeres que tienen entre 35 y 44 años. Sin embargo, para Peña es una preocupación que muchas chicas estén eligiendo el método del ritmo al acceder a aplicativos de fertilidad para controlar su periodo.
“Evitar tener relaciones en los días fértiles es difícil, porque la regla de una mujer no es regular, y un aplicativo parte del concepto de que ella es una máquina o un reloj, sin considerar que, por diferentes factores, como el estrés, miedo al embarazo o padecer de alguna enfermedad, se puede alterar su ovulación”, señaló.
Educación sexual
Si bien existe una tendencia, en hombres como en mujeres, a tener una mayor predisposición a usar métodos anticonceptivos que antes no elegían, como los de larga duración en caso de ellas, y definitivos, en caso de ellos, aún existe un sector que conserva creencias que retrasan su decisión de usar alguno, refirió Peña.
Una cifra que explica esta situación es que las mujeres son todavía las que más demandan los servicios de planificación familiar, en comparación con los hombres: la relación es de 80 y 20.
Y a pesar de que ellas son más, la mayoría todavía cree que hay métodos para las que tienen hijos y para las que no los tienen. “Eso es falso, los métodos son para quienes ya tuvieron relaciones sexuales porque tanto una como la otra corren el riesgo de salir embarazadas. Las que no han tenido aún, no necesitan ninguno”.
Por otro lado, agrega, si se quiere que aumenten las consultas de los varones y sean conscientes de que también son responsables de evitar un embarazo no deseado, es necesario que ellos comprendan que el embarazo es un asunto de dos.
“Por eso, la educación sexual integral es necesaria, y las escuelas están llamadas a impartirla. Solo de esta manera lograremos erradicar la desinformación y falsas creencias sobre el uso de los métodos anticonceptivos”, subrayó Peña.