Por tercera vez desde el inicio de la guerra Ucrania, la OPEP y Rusia acuerdan moderado aumento del bombeo, sin reaccionar al encarecimiento del crudo en unos mercados energéticos convulsionados por el conflicto.
Los ministros de la OPEP, formada por los 13 socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y 10 naciones productoras aliadas, se limitaron en su videoconferencia mensual a confirmar que siguen adelante con la hoja de ruta adoptada en julio de 2021.
Ese plan prevé un «mecanismo de ajuste mensual» que fija el tope de la producción conjunta a partir del 1 de junio en 42,558 millones de barriles diarios (mbd), 432.000 bd más que en mayo.
Fuera del acuerdo están Venezuela, Irán y Libia, exentos del compromiso de limitar sus extracciones debido a los problemas que afrontan sus industrias petrolíferas por diversas causas, como conflictos internos y sanciones de Estados Unidos.
La UE dejará de comprar combustibles rusos
El resultado del encuentro era el esperado y no se prevé que impacte en unos mercados donde los precios del petróleo subían con fuerza después conocer las intenciones de la Unión Europea (UE) de dejar de importar crudo ruso, en represalia por su agresión contra Ucrania.
Tras subir ayer en torno el 5 %, la cotización del barril del crudo Brent avanzaba otro 3,22 %, hasta 113,32 dólares, a las 13.31 GMT de hoy, mientras que la del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) alcanzaba los 110,62 dólares, con un aumento del 2,61 %.
De aprobarse por los Veintisiete, el embargo petrolero propuesto por la Comisión Europea como parte del sexto paquete de sanciones comunitarias al Kremlin estaría plenamente vigente a fin de año, aunque con excepciones para algunos países como Hungría o Eslovaquia.