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OPINIÓN/ No hay guerra entre EEUU y China; a las justas alcanza a batalla

Escribe:  Juan Carlos Eguren.

Juan Carlos Eguren Neuenschwander - Consultor independiente - Consultor  Independiente | LinkedIn

Las pechadas se resolverán antes de tres meses.

Los nuevos aranceles mutuos (impuesto a la importación) fijados por EEUU en 145% y China en 125% son sencillamente  insostenibles y bajaran drásticamente sin duda alguna en los próximos meses, después de negociaciones muy reservadas y confidenciales, por que ninguno de los dos países más poderosos del mundo, aceptara dañar su imagen ni aparecer como derrotado/perdedor de la guerra comercial, que más que guerra, por ser de corto plazo, terminará siendo solo una batalla o capitulo de una historia más larga por venir y se concretara en una declaración conjunta (bilateral).

En términos prácticos y objetivos, aranceles entre 125 y 145%% implican que ninguno de los dos países podrá venderle al otro, por que sencillamente ninguno será competitivo por precios altos, fuera de mercado. La pregunta es, como y cuanto se afectarían ambas economías de mantenerse este absurdo en el tiempo ?

Las estadísticas son frías y concluyentes a favor de China:

  • -Del total que exporta China al mundo, el mercado de EEUU   absorbe el 12% que a su vez representa el 14% del total que importa EEUU.

  • -Del total que exporta EEUU al mundo, el mercado Chino absorbe el 7%, que a su vez representa el 6.5% de las importaciones totales de China.

Es decir, que de congelarse el comercio exterior entre ambos países, EEUU tendría que remplazar el 14.5 % de sus importaciones, abasteciendoce de otros países, mientras que China tendría que hacer lo propio pero solo en el 6.5% de sus importaciones, es decir menos de la mitad.

Sustituir importaciones de bienes en estas magnitudes, parece sencillo en el papel, pero en la realidad es sumamente difícil y demoraría muchos años si no décadas. Desarrollar cadenas productivas, cadenas de valor compartidos, cadenas logísticas, infraestructura productiva, capacidad instalada de fábricas, confianza entre empresas (exportadores e importadoras), certificaciones de calidad y cambio de hábitos de consumo en los clientes finales, no es nada fácil y tiene altísimos costos en tiempo y dinero.

A modo de ejemplo, siendo solo una milésima de lo que tienen entre manos como. problema EEUU y China, podemos citar el ejemplo de la agroexportacion de Perú, posicionarse como un proveedor serio, confiable y con capacidad de abastecimiento regular, le tomo al Perú más de dos décadas y estamos a medio camino. Imaginemos lo que duraría desarrollar alternativas de proveedores entre EEUU y China, que puedan sustituir/abastecer estos gigantescos mercados.

Esta no es una batalla entre David y Goliat, es entre dos titanes poderosos, que les guste o no se necesitan y dependen mutuamente uno del otro y lo seguirán haciendo por mucho tiempo por delante.

En conclusión sentémonos cómodamente para ver y aprender como se ponen de acuerdo en los próximos tres meses y como los más reputados analistas económicos quedan en ridículo después de dramatizar con guerras comerciales y consecuencias catastróficas, que cambiarían el orden mundial, marcando una era pre Trump y post Trump, «tonterías».

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