OPINIÓN/ Putin el pequeño II

Escribe: Francisco Diez-Canseco Távara (*)

Con criminales de guerra como Putin hay que tener una visión muy clara de lo que es capaz y actuar con la firmeza necesaria

Le he agregado el II al título de “Putin el Pequeño” porque esta columna vendría a ser la segunda parte de aquella que escribí con el mismo título sobre el genocida ruso hace algunos meses.

Han transcurrido más de mil días desde el inicio de la invasión  a Ucrania con un terrible balance de centenares de miles de muertos y heridos, la destrucción de ciudades enteras arrastrando a la muerte a  mujeres, niños y ancianos y la conversión de las zonas ocupadas por los rusos en auténticos infiernos donde se dispone de la vida de los residentes al libre albedrio de los invasores.

En este escenario hay ya quienes consideran que es mejor dejar que Putin haga de las suyas en Ucrania para terminar de una vez por todas con la guerra y critican, por ejemplo, que el Presidente saliente de EEUU, Joe Biden, haya autorizado que los misiles de largo alcance que los gringos han entregado al gobierno de Kiev puedan ser lanzados al interior de Rusia para destruir las bases desde las cuales Putin ha ordenado el permanente ataque a Ucrania, dado que esta medida ha generado el anuncio de Putin de una reforma en la “doctrina nuclear” de su país para que pueda replicar un ataque a su territorio con bombas nucleares.

Me recuerda la opinión dubitativa del Primer Ministro británico Neville  Chamberlain, poco antes de la II Guerra Mundial, cuando le dio mano libre a Hitler pensando que podría detenerlo por las buenas para luego constatar que debió pararlo en seco: Putin constituye una nueva edición del criminal nazi, con detalles como el asesinato del líder opositor ruso Navalny y sus delirios de grandeza que pretenden convertirlo en la versión moderna del zar ruso Pedro el Grande y la megalomanía que le impide cualquier acto de contrición sobre los crímenes que viene que inclusive le han ganado una orden de captura de la Corte Penal Internacional.

Es obvio que Biden está reforzando al gobierno de Ucrania porque Donald Trump ya ha expresado su nula simpatía por la causa libertaria de ese  país y la voluntad de concluir la guerra mediante un arreglo directo con Putin. Los seis meses de paralización de la ayuda militar norteamericana levantada hace algunas semanas -provocada por Trump- generaron notable avance de las tropas rusas.

Con criminales de guerra como Putin hay que tener una visión muy clara de lo que es capaz y actuar con la firmeza necesaria.

(*) Presidente de Perú Acción
      Presidente del Consejo por la Paz