PIURA: SICARIOS VENEZOLANOS COBRAN S/ 500 POR ASESINAR
Dos mujeres jóvenes fueron baleadas dentro de un vehículo, mientras una niña de 15 años fue baleada en la cabeza. La indignación crece pero el gobierno de Pedro Castillo no reacciona para declarar la emergencia. Antes los sicarios cobraban entre 20 y 30 mil soles
asesinos a sueldo de nacionalidad venezolana, cobran 500 soles por matar a una persona,
La inseguridad y el crimen se tornan insostenibles en Piura. Luego del asesinato de dos amigas a manos de sicarios, y del ataque a una niña a la que le impactó una bala en la cabeza, se conoció que asesinos a sueldo de nacionalidad venezolana, cobran 500 soles por matar a una persona, contra los 20 o 30 mil soles que exigían antes por realizar esta macabra labor.
La alarma cunde en la región. Pese a los pedidos de los alcaldes de Piura y Sullana, Juan Díaz Dios y Edward Power Saldaña Sánchez, respectivamente, para que las autoridades y, especialmente, el Gobierno nacional, disponga el Estado de emergencia, estas muy poco hacen para revertir la situación, a pesar de los ofrecimientos del presidente Pedro Castillo y del primer ministro Aníbal Torres.
Hace menos de una semana, las amigas María Castro y Erika León, ambas de 47 años, quienes se encontraban a bordo de un vehículo, junto a las dos hijas de una de ellas, fueron acribilladas a tiros de revólver por dos sujetos que se desplazaban a bordo de una motocicleta.
Sicario venezolano confesó que le iban a pagar 2,000 “por el trabajo”.
El doble asesinato, que genera una ola de indignación en la ciudad y que exigen a las autoridades poner fin a esta ola de asesinatos, ocurrió en momentos que ambas planeaban ingresar a un conocido restaurante.
A ello se suma el asesinato de seguridad de la discoteca Tekila, Jimmy William Huamán Carmen, de 44 años, asesinado por encargo. El autor del crimen fue un delincuente venezolano que confesó a las autoridades que le iban a pagar 2,000 “por el trabajo”. El homicida confesó a los agentes del Departamento de Homicidios de la Divincri que “los autores intelectuales no le llegaron a pagar el monto acordado”.
A esos ataques se suma el de una adolescente de 15 años, quien a plena luz de día y ante decenas de transeúntes, recibió un disparo en la cabeza por parte de un individuo en momentos que ella se dirigía a su centro de estudios en el asentamiento humano Santa teresita, en Sullana.
“Baleada por un celular”
La policía dice que la menor fue baleada cuando el delincuente intentó robarle su celular, aunque otra hipótesis que no descarta, señala que fue por venganza por haber terminado una relación amorosa con un hombre mayor que ella.
Hace algunas horas, delincuentes presumiblemente también de la misma nacionalidad atacaron a dos jóvenes en el asentamiento Cossio del Pomar, en el distrito de Castilla, una de las zonas más violentas donde operan venezolanos y colombianos. Muchos de ellos dedicados al préstamo de dinero que no escatiman en asesinar a sus clientes o romperle las piernas, cuando demoran un día en pagarles la deuda.
Fuentes de la Policía Nacional dijeron a la periodista Tania Bautista Castillo, del diario Correo de Piura, que los sicarios están cobrando 500 soles por matar por encargo, y que los sicarios coordinan mediante WhatsApp los contratos. Esta información fue corroborada por dos sicarios, quienes en sus teléfonos tenían contactos de delincuentes, los mismos que les pedían acabar con la vida de dos personas.
La policía explicó a la periodista que anteriormente los sicarios provenían en su mayoría de Trujillo y Lima y que su “tarifa por hacer su servicio” era de entre 20 a 30 mil soles. Pero inteligencia de la policía ha determinado que los sicarios venezolanos y colombianos han bajado a 500 soles el monto.
En esta información no se consignan los asaltos a mano armada que a toda hora del día cometen las bandas integradas por venezolanos y colombianos en complicidad con delincuentes locales, aparte de la trata de personas, especialmente jóvenes venezolanas que son obligadas a prostituirse por mafias integradas por sus compatriotas, y la venta de drogas.
FOTO: DIARIO CORREO DE PIURA