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¿QUIÉN ES GUSTAVO PETRO?

(CNN Español) Gustavo Petro (nacido en 1960 en Ciénaga de Oro, Córdoba, en el norte de Colombia) es el candidato oficial de la izquierda que competirá en segunda vuelta para la Presidencia de Colombia.

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Hay quienes lo califican como orgulloso, autosuficiente, engreído, y sus enemigos políticos lo han comparado con los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez y Nicolás Maduro

De ser electo, Petro tiene el reto de dejar atrás la imagen de sus opositores de ser un líder de ideas y actitudes recalcitrantes, y tratar de unir a los sectores progresistas para gobernar el país.
En su tercer intento en llegar al cargo más importante de Colombia, Gustavo Petro lleva a cuestas el lastre de haber sido integrante de un grupo guerrillero que propició una de las peores tragedias de la historia del país, la toma del Palacio de Justicia (a pesar de no haber participado directamente), pero a la vez de ser uno de los líderes políticos más importantes de la historia reciente de la nación latinoamericana.
Petro se define como un líder de izquierda «progresista» en un país altamente tradicional y de derecha. Propone hacer «girar la economía alrededor de la vida», apostarle a la riqueza natural y a la protección del medio ambiente, así como «profundizar la democracia», y hacer una estructura económica «que se base en la producción y no en la extracción», según dijo en una entrevista a CNN en julio de 2021.
«No es posible una América Latina —llámela usted de izquierda o de derechas— que viva de sacar gas, petróleo o cobre. La única posibilidad de un desarrollo sostenible en América Latina es el conocimiento, es la producción«, dijo a CNN en julio de 2021.
A la campaña de 2022, el líder de izquierda llegó acercándose a sectores impensables para sus campañas anteriores como el pastor evangélico Alfredo Saade, quien participó en la consulta del Pacto Histórico.
Petro representa uno de los extremos políticos antagonistas del expresidente Álvaro Uribe Vélez, una polarización de la que muchos dicen estar cansados, según señalaban encuestas del momento cuando había una disposición hacia el voto en blanco de cara a la segunda vuelta en 2018. Y la fuerza que le dan sus millones de electores tiene contrapeso en sectores que prefieren votar por la derecha porque ven en Petro una amenaza al statu quo.
«Colombia es un país muy conservador en donde de alguna manera existe la idea colectiva de que un gran cambio es un salto al abismo», dijo a CNN Jorge Andrés Hernández, analista político basado en Bogotá y autor del podcast Política y Tabú.
A Petro sus contradictores lo tildan de populista y autoritario. Durante la campaña política de 2018 los miembros del partido Centro Democrático (del actual presidente Iván Duque) decían que, bajo su eventual Gobierno, Colombia correría la misma suerte que Venezuela.
Los sectores más radicales de la derecha han caracterizado su imagen como de comunista, aunque él se defina como de izquierda progresista. Y además de que representa el cambio no solamente hablando de posibles reformas sociales y económicas, también existe toda una serie de conspiraciones a su alrededor, según explican los analistas consultados.

El día de la firma del acuerdo de paz con el M-19 en 1990, el grupo guerrillero devolvió la espada de Bolívar.

La política ha sido transversal a Gustavo Petro. A sus 61 años recoge un paso por la vida pública que lo ha llevado a ser personero y concejal de Zipaquirá, guerrillero, representante a la Cámara, agregado de la embajada de Colombia en Bélgica, alcalde de Bogotá y senador de Colombia durante dos periodos. Es metódico al hablar. Estoico, pausado, teórico.
Hay quienes lo califican como orgulloso, autosuficiente, engreído, y sus enemigos políticos lo han comparado con los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez y Nicolás Maduro y, hasta lo han señalado de ateo (a pesar de que ha dicho que cree en Dios)para alejarlo de los votantes en un país mayoritariamente católico.
Petro sigue siendo estigmatizado por sus rivales políticos por su paso por la guerrilla del M-19, una guerrilla urbana de origen socialista, a la que se unió en su juventud.
El M-19 dio muchos golpes de opinión como el robo de las armas del Ejército del Cantón Norte (1978), una fortaleza militar, a través de un túnel, y en un acto «simbólico», recuerda Petro», el M-19 robó la espada de Bolívar.
«¿De quién era la espada?», recuerda Petro. «La espada no era ni más ni menos que del pueblo. Y estaba realmente secuestrada»dijo en una entrevista con la periodista Carolina Sanín en el programa de televisión Mesa Capital. El día de la firma del acuerdo de paz con el M-19 en 1990, el grupo guerrillero devolvió la espada de Bolívar.

A 30 años de las "28 horas de terror": así fue la toma del Palacio de Justicia en Colombia - BBC News Mundo

ese grupo, el M-19, fue el mismo que tomó el Palacio de Justicia  el 6 de noviembre de 1985 en el centro de Bogotá. Durante dos días, los insurgentes retuvieron a 350 rehenes

Pero ese grupo, el M-19, fue el mismo que se tomó el Palacio de Justicia el 6 de noviembre de 1985 en el centro de Bogotá. Durante dos días, los insurgentes retuvieron a 350 rehenes, entre magistrados, empleados judiciales y visitantes.
Tras el operativo militar para retomar el control del edificio murieron 98 personas y 11 más fueron declaradas como desaparecidas. Pero Petro ha sostenido que él no participó en esta toma.
«Cuando sucedieron los hechos de la toma violenta al Palacio de Justicia y la retoma aún mayor, mucho más violenta del Estado del Palacio de Justicia, yo estaba siendo torturado en una caballería del Ejército en la ciudad de Bogotá. Era un muchacho en aquel entonces y fui a parar a la cárcel después de la tortura«, dijo Petro a CNN anteriormente.

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Luego de desmovilizarse del M-19, Petro fue asesor de la Gobernación de Cundinamarca y representante a la Cámara en los años 90. Por motivos de seguridad tuvo que exiliarse y fue nombrado diplomático por el gobierno de Samper en 1994 y tuvo un intento fallido para ser alcalde de Bogotá en 1997.
Más adelante, logró ser elegido representante a la Cámara en 2002.  En 2006 dio el paso al Senado por el partido Polo Democrático Alternativo.

Tras una investigación disciplinaria por el manejo de una crisis relacionada con el sistema de recolección de basuras en la ciudad, fue destituido por 15 años para ejercer cargos públicos en 2013.

 

Tras años en el Senado, con Petro siendo reconocido como uno de los senadores más destacados del país tras destapar escándalos atroces como la ‘parapolítica’ (inflitración de paramilitares en la política) y los llamados falsos positivos (asesinatos extrajudiciales por parte del Ejército), en 2011 gana las elecciones para la alcaldía de Bogotá.
Tras una investigación disciplinaria por el manejo de una crisis relacionada con el sistema de recolección de basuras en la ciudad, fue destituido por la Procuraduría por 15 años para ejercer cargos públicos en 2013.
«Básicamente yo me muevo entre o que me destituyen o que me revocan o que me ponen preso. Total es que no existe un mensaje en el sentido de que pueda gobernar», dijo Petro a CNN en Español en ese entonces.
Pero lo que podría leerse como una «muerte política», le dio a Petro un impulso popular que dejó imágenes muy recordadas, con el alcalde defendiese en plaza pública y una multitud llenando la Plaza de Bolívar en el centro de Bogotá.
«Eso era algo que no veíamos hacía décadas en Colombia», dijo el analista Jorge Andrés Hernández. «Y yo creo que comenzó a configurar la imagen de este político como un perseguido por el establecimiento, como un perseguido por la clase política (tradicional) y en este caso también en el Estado».
Según Jorge Andrés Hernández, la victoria jurídica internacional ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ordenó su restitución como alcalde de Bogotá en 2014, le permitió catapultarse como el líder de izquierda que se ha construido hasta hoy.

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