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UCRANIA: QUÉ DEBE HACER EL PERÚ

Por Luis Gonzales Posada

 Los ataques rusos a Ucrania, proyectados en pavorosas imágenes de bombardeos a hospitales, colegios, viviendas, centros comerciales, asilos de ancianos y guarderías infantiles, sumado al corte del agua en las principales ciudades y la amenaza de utilizar armas químicas y nucleares, ha provocado el éxodo de 3 millones 700 mil personas hacia Polonia y Hungría, mientras el pueblo resiste heroicamente, desde hace un mes, peleando palmo a palmo en defensa de su patria.

Ante la barbarie, el mundo democrático se ha unido contra la invasión y para aplicar severas sanciones al gobierno de Moscú. Los veintisiete países de la Unión Europea han demostrado, así, firmeza ante el leviatán ruso, la OTAN se ha fortalecido y Estados Unidos recuperado la iniciativa diplomática.

Sin embargo, algunos gobiernos latinoamericanos proyectaron su triste condición de sumisas colonias de Moscú, de siervos políticos de una potencia, respaldando el genocidio. Así lo han demostrado los dictadores de Venezuela, Cuba y Nicaragua, cuestionados por su sistemática violación a los derecho humanos.

En Nicaragua, en efecto, el tirano Ortega mantiene detenidos a 180 políticos, entre ellos seis candidatos a la presidencia a quienes tilda de “traidores a la patria”, “criminales” e “hijos de perra del imperialismo yanqui”. A Cristiana Chamorro Barrios, hija del héroe nacional Pedro Joaquín Chamorro, director del diario La Prensa, asesinado por sicarios del general Somoza; y de Violeta Barrios, exjefa de Estado, la han condenado a 8 años de prisión, igual que a sus hijos Cristiana y Pedro, todos acusados por magistrados serviles a la dictadura.

En Cuba, quienes participaron en las movilizaciones pacíficas de julio del 2021, disueltas a palos y bombas lacrimógenas, están presos desde esa fecha y 128 de ellos, algunos adolescentes, sentenciados a penas que oscilan entre 4 y 30 años de prisión. Su delito: pedir mejores condiciones de vida y libertad para formar partidos políticos y constituir medios de prensa independientes.

Y en Venezuela continúan tras las rejas 251 civiles y militares opositores a Maduro, entre otros, el capitán de navío Luis Humberto de la Sotta, peruano de nacimiento y recluido hace cuatro años en una presidio militar, torturado y enfermo, sin que nuestra cancillería atienda su reiterado pedido para que el cónsul peruano en Caracas lo visite y gestione trasladarlo a un hospital.

 

En los casos mencionados, el gobierno de Castillo no se ha atrevido a levantar la voz de protesta. Y, sobre el asalto ruso a Ucrania, ha tenido una posición débil, vacilante y esquiva, a tal punto que el encargado de negocios de ese país , Rostyslav YavorsKyy, manifestó estar “decepcionado” por la falta de apoyo del mandatario y estará más decepcionado de conocer que dirigentes del partido oficialista, Perú Libre, respaldan los actos criminales cometidos por Putin. El ex primer ministro Guido Bellido dijo que “la decisión rusa de intervenir es correcta” y el jefe de su agrupación, Vladimir Cerrón, justificó el infame operativo militar.

Ante estas atrocidades, el Gobierno debería protestar en foros internacionales, en la ONU y OEA, y llamar “a consulta” a nuestro embajador en Moscú porque hacerlo es, en lenguaje diplomático, una manifestación de malestar o rechazo ante estos hechos. Más aún, debería ofrecer una cuota de migrantes para que ucranianos desplazados por el conflicto se establezcan en el Perú, porque hacerlo es una expresión de generosa solidaridad.

Reclamamos, en suma, una cancillería con rostro humano, que defienda valores y principios democráticos, que no calle ni se doblegue ante la barbarie. Que comprenda que los derechos humanos son valores universales y el genocidio un crimen de lesa humanidad.

Y, en ese contexto, también es hora de cambiar la matriz de compras de equipos militares que nos encadenan a un régimen tiránico, porque nuestro material bélico es de esa procedencia. Ahora que no hay repuestos o estos escasean para atender aviones o helicópteros comprados a la URSS y que se ha cerrado la posibilidad de adquirirlos por las sanciones, es un buen momento para reorientar nuestras compras hacia el mercado Occidental.

 

 

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