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UNA HISTORIA DE CORRUPCIÓN (I)

Escribe: Elmer Barrio de Mendoza*

 

Sucedió lo que tenía que suceder: el Caso Lava Jato se desmoronó. Pero antes que nada, disclaimer.

Brindé servicios directos a Odebrecht (o a CONIRSA, da lo mismo) durante aproximadamente año y medio entre 2008 y 2009. Los productos que entregué corresponden a temas de turismo y desarrollo sostenible en los tramos 2 y 3 de la Carretera Interoceánica Sur. Todo muy bien y tanto mis contratos como mis informes pueden ser materia de revisión por quien lo desee apenas el Perú recobre el control sobre 20 millones de papeles que obran en los almacenes de  Polysistemas (Los Fresnos Manzana G, lotes 2 y 3, Pachacamac) donde Odebrecht los guarda sin posibilidad de acceso a las autoridades nacionales hasta que se dé por nulo el Acuerdo de Colaboración Eficaz y los fiscales allanen e incauten dicha (importantísima) documentación. No sé cuántos otros estén dispuestos a ofrecer lo mismo porque nunca he oído mencionar tal posibilidad a nadie (¡y vaya si hay gente importante que brindó servicios a los brasileros!).

La TEO de la que no se habla

No hay colaborador mediano de Odebrecht que no haya escuchado hablar de la TEO pero ahora nadie la menciona. La TEO es la ideología de la corporación y se sustenta en una serie de opúsculos  que escribió Norberto Odebrecht, el fundador de la empresa.
Odebrecht es un cuerpo empresarial con ideología y el núcleo de esa ideología es sacar ventaja de las debilidades o de las aspiraciones de los potenciales clientes para obtener contratos y todo  ingreso adicional que se pueda conseguir. “Satisfacer al cliente” es la expresión clave para mencionar la oferta de distintos tipos de prebendas con ese objetivo principal.
De un modo escasamente discreto la TEO sostiene la idea de practicar cohecho sistemático a los tomadores de decisiones de los clientes actuales y potenciales.
Para ingresar a la estructura de liderazgo de Odebrecht era (es) indispensable demostrar dominio de la TEO, elaborar un plan de acción con esa base y hacer un compromiso verbal, público y explícito de someterse a ella. Dice esta especie de juramento: “¡Me comprometo a conocer, aceptar y aplicar la Tecnología Empresarial Odebrecht!”
Si alguien no lo dice exactamente así (que fue mi caso) tiene que abandonar la organización.
En resumen, todo aquel que haya alcanzado un cierto nivel de implicancia con Odebrecht tiene que pasar por el aro de la TEO… o irse.
De este modo, no hay forma de que alguien diga que Odebrecht es una empresa honesta una vez que sabe de su soporte ideológico. No hay forma tampoco de que fiscales o periodistas de investigación desconozcan la existencia de la TEO o su significado interno. Que decidan desentenderse de este hecho fundamental es evidencia de alguna forma de complicidad.

El papel de Vela y Pérez

En 2017 y 2018, por encargo de Pablo Sánchez, Fiscal de la Nación, el jefe del Equipo Especial Lava Jato fue el fiscal provincial Hamilton Castro Trigoso. Con discreción y empeño realizó las primeras diligencias en Odebrecht, inició las pesquisas a Alejandro Toledo y obtuvo la prisión preventiva de los principales ejecutivos del llamado Club de la Construcción y de Ollanta Humala y Nadine Heredia. Cuando Odebrecht propuso el Acuerdo de Colaboración Eficaz bajo su propio control de las pruebas y con exigencia de exención de pena, Castro Trigoso mandó a volar a los brasileros.

Debemos confiar en los fiscales Vela y Pérez? - Diario Expreso

Fue entonces que, por sorprendente unanimidad, Pedro Chávarry fue elegido nuevo Fiscal de la Nación y, en uno de sus primeros actos, designó a Rafael Vela Barba como nuevo jefe del Equipo Especial Lava Jato. Vela llevó como segundo visible a José Domingo Pérez.
IDL Reporteros jugó en pared con la nueva dupla y abogó por suscribir el Acuerdo de Colaboración Eficaz en los términos que Odebrecht reclamaba.
Comenzó entonces la operación limpieza de Odebrecht, que muy rápidamente recibió el reconocimiento de buenas prácticas corporativas por parte de Transparencia Internacional, en un proceso que inevitablemente, por razones de plazo, conoció José Ugaz cuando fue presidente de aquella entidad. Al mismo tiempo, en diciembre de 2028, se suscribió el Acuerdo Preparatorio que aseguraba el control documentario por parte de la empresa “colaboradora”, abría el escenario de la exención de pena para todos los funcionarios brasileros involucrados, aseguraba una reparación civil diminuta, remitía a los servidores Drousys y My Web Day la corroboración de los hechos de corrupción y limitaba a cuatro los proyectos corruptos. Ya entonces se sabía que eran al menos once.
Gorriti e IDL Reporteros y los propios fiscales se encargaron de machacar que Odebrecht era una empresa que se había reformado y que brindaría suficiente información para desmontar la corrupción en el país.
Desconozco hasta cuando Chávarry fue parte de la operación pero en el último trimestre de 2019 se percató de que no era protagonista sino fusible. Quiso cambiar al Equipo Especial pero el presidente Vizcarra retornó de Brasil para encabezar la campaña contra el Fiscal de la Nación, que por supuesto ya había iniciado Gorriti, junto con sus corifeos, y que culminó con su apartamiento total. Su reemplazo, Zoraida Ávalos, fue completamente obsecuente frente a esta Non Sancta Alianza.
De nada valió que unos pocos denunciáramos la evidente entrega del Ministerio Público a los designios de Odebrecht. A no muchos meses, la jueza María Álvarez Camacho aprobó el Acuerdo de Colaboración Eficaz (cuyo texto definitivo es objeto del mayor secreto hasta hoy).

La importancia de las filtraciones

Vela y Pérez se aseguraron de filtrar cuanto testimonio perjudicara a Keiko Fujimori y Alan García, presas favoritas de su expedición de caza. Lograron encarcelar a Keiko tres veces y, cuando lo intentaron con Alan, el ex Presidente se suicidó (resultado previsible tomando en cuenta su particular personalidad).
Quisieron no hacerlo con Susana Villarán y lo intentaron débilmente con Ollanta y Nadine, para quienes gestionaron comparecencia restringida.
Lograron liberar a los ejecutivos del Club de la Construcción y gestionaron con sus empresas Acuerdos de Colaboración Eficaz benévolos y protectivos.
Cayeron sobre otro ex Presidente: Pedro Pablo Kuczynski, que diseñó el mecanismo de concesión favorable a las empresas que se aplicó, durante el gobierno de Toledo del que fue Primer Ministro y Ministro de Economía. Aún falta saber qué hay debajo de la alfombra en este episodio.
Algo falló con Susana: cuando Vela y Pérez retornaron a Lima en una de sus visitas a Brasil dijeron que Leo Pinheiro de OAS había postergado su declaración para un próximo viaje. Mintieron. Pinheiro se presentó a rendir su manifestación y el fiscal Carlos Puma, que no pudo adelantar su viaje, recibió su declaración. Allí delató la coima  pagada a la ex Alcaldesa de Lima y luego se sumó Odebrecht a la delación. Cuando Susana y su Gerente Municipal, José Miguel Castro, admitieron haber recibido dinero sucio de OAS y Odebrecht se cerró el círculo. Vela y Pérez no tuvieron nada que ver en el asunto.
La investigación proseguía. Pérez pasó de ser (parecer) un héroe de la anticorrupción a ser (parecer) medianamente incompetente y, lo peor, sospechoso de inmoralidad. Gorriti comenzó a bajar el tono y Vela a guardar relativa distancia.
La corroboración de los archivos de Drousys y My Web Day nunca llegó y un día la duda se instaló. ¿Habría confirmación de los dichos de Jorge Barata y otros ejecutivos de Odebrecht o el caso se caería?
De pronto, con algunos meses de retraso, imputables a decisiones tardías de la Junta Nacional de Justicia, cayó Zoraida Ávalos. La reemplazó transitoriamente Pablo Sánchez y luego asumió la actual Fiscal de la Nación, Patricia Benavides. Vela se alineó de inmediato con la nueva Fiscal pero luego reculó. Sin duda Benavides, valoraciones al margen, no jugó su juego.
Así fue que comenzó la debacle.

*Director y conductor de NO ATRACO

One thought on “UNA HISTORIA DE CORRUPCIÓN (I)

  • Guillermo Molinari

    Excelente y revelador artículo estimado Elmer, información que debería ser recogida de inmediato por la fiscalía y la Contraloría general de la República. Así mismo el congreso debe de inmediato información en las comisiones investigadoras que correspondan.

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