UNAS DE CAL Y OTRAS DE ARENA, EN UN VASO MEDIO LLENO O MEDIO VACÍO
Por Juan Carlos Eguren.
Es importante diferenciar la mega política de la micro política. La primera está referida a temas estructurales vinculados al orden democrático y económico asentados en la constitución y en políticas de estado de largo plazo, como la separación e independencia de poderes, la estabilidad macro económica, la economía social de mercado y el equilibrio fiscal entre otros aspectos que dan forma a la estructura del estado, su rol y sus competencias.
La referida macro política está estable y sin riesgos relevantes en el corto y mediano plazo, gracias al alineamiento de todos los poderes del estado y los órganos constitucionalmente autónomos como el BCR, la CGR, el PJ y el MP. La estabilidad de a pocos está mejorando la confianza de los agentes económicos y la comunidad internacional.
La otra cara de la moneda es la micro política, la del día a día, la de denuncias mediáticas y recurrentes ‘escandaletes’ que se producen a diario en los tres niveles de gobierno, amplificados por la prensa y diseminados por las redes sociales.
En este aspecto destacan la lentitud de la recuperación económica y la generación de empleo derivada de la caída de la inversión privada y, de otra parte, la delincuencia descontrolada, a la que se suman amenazas periódicas de estallidos sociales como la mal llamada tercera toma de Lima, que no es ni será nada más que violencia y vandalismo delincuencial focalizado, sin capacidad de escalar y poner en riesgo es sistema democrático, por la falta de apoyo popular de las grandes mayorías.
Los dos actores principales de la micro política son sin duda el Poder Ejecutivo en el marco de sus políticas de gobierno y administración del aparato estatal, aún sin resultados destacables; y el Congreso igualmente jalado en el día a día; pero firme en la defensa de la Constitución y la institucionalidad democrática.
Finalmente, como siempre ocurre el tiempo pone las cosas en su lugar, la justicia se abre paso y la verdad sale a la luz, así tenemos que los seudo líderes y sus entornos cercanos de Vizcarra y Castillo comenzaron a purgar sus culpas, ambos golpistas, corruptos y conspiradores con el sistema judicial y gran parte de la prensa, con el fin de desacreditar y perseguir a las personas e instituciones que les resultaban contrarios a sus proyectos autoritarios. Hay mucho camino por recorrer; pero con luz al final del túnel.