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LA OEA Y LA CORRUPCIÓN

Escribe: Francisco Diez Canseco Távara

 

la OEA (…) a través de sus jueces caviares suele apoyar a los terroristas como, en forma ominosa, se vio en el fallo del caso Castro Castro que le otorgó 200 mil dólares de reparación al número 2 de Sendero Luminoso, Osmán Morote.

 

El reciente acuerdo del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para enviar una misión al Perú en atención a la denuncia del gobierno de Pedro Castillo sobre un posible golpe de Estado constituye una inadmisible e ignorante aplicación de la Carta Democrática Interamericana que, en realidad, no es otra cosa que un saludo a la bandera como lo demuestra la vigencia durante largos años de los regímenes dictatoriales de Chávez y su heredero Maduro, así como de Daniel Ortega en Nicaragua.
Es también una verguenza que diplomáticos peruanos, que provienen de nuestra muy bien acreditada Cancillería, se hayan prestado a este juego manipulatorio que pretende la impunidad del régimen inmoral e inepto de Castillo con el cuento de ese inexistente golpe de estado.
Después de escuchar, en el Consejo Permanente de la OEA, la intervención del delegado argentino -obviamente discípulo de los corruptos Kirchner- sosteniendo que en el Perú los dueños del Poder no soportan la idea de tener a un humilde campesino como Presidente de la República y de la delegada de Costa Rica, la cuna de ese gran demócrata y amigo don Pepe Figueres, invocando al diálogo entre el gobierno de nuestro país y la oposición, quedó muy en claro el sentido de la campaña de desinformación realizada por el régimen: en ese debate no se mencionó, en momento alguno, el tema central del periplo de Castillo como jefe de una organización criminal que, mientras se llena los bolsillos con dinero de todos los peruanos, está hundiendo a nuestra Patria en una de las peores crisis de su historia.
La susodicha Carta no tiene poder vinculante alguno pero ha servido para vender provisionalmente ,a nivel internacional, una imagen totalmente distorsionada de la realidad del Perú acogida ciertamente con entusiasmo por la caviarada internacional que maneja los hilos del sistema interamericano desde hace muchos años y que tiene como su más conspicuo representante al Secretario General de la OEA de apellido Almagro (quien tuvo el cuajo de alabar la inexistente política agraria de Castillo hace algunas semanas).
La ignorancia y la corrupción de Castillo se han visto así reflejadas en la OEA cuya incapacidad es el espejo de un sistema interamericano que a través de sus jueces caviares suele apoyar a los terroristas como, en forma ominosa, se vio en el fallo del caso Castro Castro que le otorgó 200 mil dólares de reparación al número 2 de Sendero Luminoso, Osmán Morote.
Saldremos no sólo a rechazar esta inicua intervención en nuestros asuntos internos sino también a poner en su sitio a los desinformados o interesados delegados de la OEA que vienen a avalar los atropellos corruptos y delictivos de la mafia que hoy gobierna al Perú.

(*) Presidente de Perú Nación
     Presidente del Consejo por la Paz

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