Bolivia desplegó operativos militares en las fronteras con Brasil, Paraguay, Argentina, Chile y Perú para frenar, según afirman las autoridades, el contrabando de combustibles subsidiados a esos países, donde el precio se duplica, informó el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Daniel Vargas.
“El plan Soberanía se fortaleció con la movilización de 50 unidades de las Fuerzas Armadas con puestos fijos, móviles, patrullajes terrestres y acuáticos en distintos puntos fronterizos con 2.000 efectivos militares, para poder impedir la salida del combustible, que es subvencionado y en otros países cuesta el doble”
Bolivia subvenciona el precio del combustible casi en un 50%, mientras que en los países vecinos el precio llegar a duplicarse, por lo que existe el contrabando de gasolina, diésel y tanques de gas.
Por ejemplo, el precio del litro de la gasolina especial en Bolivia está en 3,74 bolivianos (0,54 centavos de dólar), el litro de diésel en 3,72 bolivianos (0,53 centavos de dólar), y el metro cúbico de gas natural vehicular en 1,66 bolivianos (0,24 centavos de dólar).
“La movilización de los 2.000 efectivos permitirá patrullajes en rutas clandestinas por donde buscan sacar combustible. También se identificará las rutas de desvió a actividades ilícitas como el narcotráfico”, puntualizó.
El Gobierno boliviano le declaró la guerra al contrabando de combustibles a países vecinos en Sudamérica el 13 de abril, con la finalidad de disminuir la subvención estatal a las importaciones de hidrocarburos.
En 2022, Bolivia importó gasolina por un valor de 1.313 millones de dólares, mientras que en el caso del diésel alcanzó a los 2.944 millones de dólares.
El despliegue de tropas bolivianas es un efecto del caos político y económico en Bolivia
Sin embargo, analistas estiman que el contrabando de combustible es una circunstancia de menor dimensión que el referido al contrabando de oro, narcotráfico y de comercio ilegal (incluyendo armas y trata de personas) que tiene su epicentro en las ciudades de Puno y Juliaca abandonadas por el Estado Peruano y se proyecta sobre las cuencas de los ríos Desaguadero hasta la cuenca del río de la Plata en Argentina, pasando por Paraguay.
El despliegue de tropas bolivianas es un efecto del caos político y económico en Bolivia junto a la abdicación del ejercicio de la soberanía del Perú sobre Puno y Madre de Dios, donde el Estado peruano, en los hechos, ha abandonado parte de su territorio a grupos locales con influencia boliviana bajo la fachada de grupos étnicos y del socialismo al Siglo XXI.
