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EL DIÁLOGO INTERIOR

Escribe: Gustavo Blanco Ocharan 

gblancociticars@gmail.com

El diálogo interior nos conecta tanto con nuestra propia esencia como con las ondas y frecuencias con las que vibra el Universo; información que canaliza la energía pura de la creación a través de señales y mensajes que podemos aprender a descifrar a través de la intuición.

 

Una de las herramientas más poderosas que tenemos para interrelacionarnos es el lenguaje, entendido como un medio para comunicarnos y de alguna manera sustantiva, también para programarnos.
Dialogar es poner el lenguaje y la comunicación en acción y no necesariamente se da entre dos o más personas si no puede darse también de manera individual. Una introspección es un ejemplo de un diálogo interno; como lo puede ser también una simple meditación auto alusiva.
Si ensayamos una sencilla definición de lo que representa la inteligencia artificial, podemos decir que es un “lenguaje de programación” con acceso a un volumen de información abundante, almacenada y sistematizada que reproduce mecánicamente con precisión la función cognitiva natural del ser humano.
Hoy en día; los robots y específicamente los asistentes virtuales convenientemente programados, son sorprendentemente rápidos y eficientes en brindarnos todo tipo de información objetiva y están siendo capaces de producir información autónoma con el uso de algoritmos cada vez más sofisticados que les permite expresar ciertos niveles de conocimiento, emoción, empatía y sensibilidad; es decir, están tratando de reproducir el lenguaje racional, subjetivo, oral, cultural y hasta “sentimental” propio de los seres humanos.
El único nivel en el que las máquinas no podrán asimilarse con los humanos, para reproducir funciones y superarlas es en el campo de la consciencia porque definitivamente el componente espiritual no se puede materialmente replicar; el espíritu es uno y único, superando a la personalidad que suele ser una expresión propia del ego que nos distingue, nos marca y nos caracteriza de manera única. El espíritu, cuenta con un componente más profundo y representa la sustancia manifestada y no manifestada del ser.
Este componente espiritual único, indivisible, invisible y real, también se retroalimenta con información y posee un lenguaje que facilita la comunicación con la fuente de la creación, ese diálogo interno es el camino del despertar espiritual que debemos recorrer mirando y haciendo consciente el potencial interior; es a través del diálogo interior como podemos comunicarnos con nuestro ser esencial.
Algunas características especiales del diálogo interno son por ejemplo; el silencio, la armonía, el equilibrio, la fluidez, la elevación, la meditación, la oración, la moral, la integridad, el autocontrol, la flexibilidad, la apertura, entre otras;  a través de los que se pueden descubrir y activar nuevos estados de consciencia.
El diálogo interior nos conecta tanto con nuestra propia esencia como con las ondas y frecuencias con las que vibra el Universo; información que canaliza la energía pura de la creación a través de señales y mensajes que podemos aprender a descifrar a través de la intuición.
Decíamos en términos generales, que el lenguaje también nos programa porque es un poderoso transmisor y receptor de información; al igual como lo hacen las computadoras, el ser humano puede predecir ciertas acciones y comportamientos a partir de lo que pensamos, creamos e interpretamos por eso el cerebro humano descodifica la realidad y también puede recrearla. En general;  la palabra, los pensamientos, los sentimientos y nuestras creencias determinan la manera como concebimos la existencia y en la práctica como vivimos.
En este sentido, siempre será recomendable mantener una actitud positiva, cultivar una mente abierta y flexible, ser tolerante y aprender a aceptar y procesar las diferencias; perdonar y bendecir como muestras que manejamos un código de lenguaje elevado, sembrado en el interior que al fin y al cabo también determina nuestro propio bienestar.
El diálogo interior se expresa a través de la oración y la gratitud, es un testimonio de nuestro autoconocimiento consciente y una muestra que estamos listos para trascender los límites materiales del cuerpo.
El diálogo interior es un encuentro personal que activa en nosotros una visión más amplia de la existencia; nos permite contemplar la naturaleza y aprender de ella, respetar a los animales y otras especies y aceptar a las personas que nos rodean con ese otro componente único que podemos cultivar los seres humanos, el Amor Incondicional, con mayúsculas que es el poderoso lenguaje a través del cual se manifiesta la divinidad.
Un asistente virtual podrá procesar información, generar conocimiento y de algún modo pretender “reflexionar”, pero nunca podrá sentir ni amar; por ello, en un escenario de creciente incertidumbre que se teje por el auge descontrolado de la inteligencia artificial; donde nos llegamos a cuestionar, no que hará la humanidad con la inteligencia artificial sino que hará la inteligencia artificial con la humanidad; podemos afirmar que será la espiritualidad y el despertar de la consciencia el elemento diferenciador e integrador que hará que la humanidad prevalezca y trascienda; porque el diálogo interior, también es portador de la esperanza.
California mayo 21, 2023.

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