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¿LA IMPUNIDAD, SIGUE EN EL PERU?

Escribe: César David Gallo Lale.

     Tte. Gral. FAP (r)

 

¿Seguiremos promoviendo y aceptando la impunidad, ilegalidad e inconstitucionalidad en nuestra Patria? ¡No!, por supuesto que ¡No!

 

La impunidad, ilegalidad e inconstitucionalidad siguen imperando en el Perú desde el 30 de septiembre del 2019 cuando, en el desgobierno de Martín Vizcarra, se produjo un golpe de estado en nuestro país, mediante una ilegal figura llamada negación fáctica inexistente, apoyado por sus cómplices:  los señores ministros Salvador del Solar y Vicente Zeballos. Pero no sólo eso, no olvidemos que su acción antidemocrática también avalada inconstitucionalmente por la entonces presidente del Tribunal Constitucional del Perú, Marianella Ledesma.
Ellos, recordemos, permitieron la continuidad en el Ejecutivo del ilícito “presidente” Vizcarra, quien dirigió el Estado mediante Decretos Supremos (todos emitidos inconstitucionalmente) y de ahí también devino un Congreso Ilegítimo que terminó destituyéndolo por Incapacidad Moral, en noviembre del 2020.
En esa línea, también fue inconstitucional la designación de Francisco Sagasti al frente de la conducción del aparato estatal. A estos hechos se sumó luego la convocatoria a elecciones generales a través de un Jurado Nacional de Elecciones (JNE), que estaba de igual forma Ilegalmente constituido por no cumplir con el mandato constitucional de ser formado por cinco miembros, hecho que ratifica que esta convocatoria también fue ilegal e inconstitucional.
Por si fuera poco, el ente electoral permitió inscribir a un partido maoísta, comunista, facción sendero luminoso antidemocrático, con una plancha presidencial para participar en los comicios con sólo dos miembros; cuando la ley ordena tres, por lo que también ya era inconstitucional, con el agravante que el segundo miembro no cumplió el mandato expreso de renunciar al cargo público que desempeñaba como funcionaria del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) seis meses antes de postular. Así, la plancha del partido político no cumplió con ninguna de las condiciones mandatorias de las leyes y reglamentos para poder participar política y legalmente en elecciones presidenciales.
Hoy, sin embargo, debemos reconocer que con la actitud valiente y decidida de la Fiscal de la Nación, Patricia Benavides y su equipo de fiscales, se dio el inicio para salvar al Perú de su debacle,  y por lo cual todos los peruanos deberíamos estar agradecidos y apoyar  su noble gestión.  Pero a pesar de esto,  todos los actos de Estado y gobierno en el país continúan siendo inconstitucionales e impunes desde ese fatídico 30 de setiembre del 2019.
Por consiguiente, cabe preguntarse ¿Somos, a la luz de lo sucedido, una nación fallida?, parece que, a lo visto hasta ahora, lo seguiremos siendo, salvo que todos los delitos que aún están impunes se condenen de acuerdo a la Constitución y las leyes, pues vemos que parece que todavía no se avizora solución alguna. Sólo queda esperar las nuevas elecciones, como parece ser la expectativa de los desprestigiados poderes Ejecutivo y Legislativo para ¿Borrón y Cuenta Nueva?, ¿Bajo la mirada de todos los estamentos del Estado y ciudadanos del Perú?
¿Quiénes son entonces los cobardes que permiten que la inconstitucionalidad, ilegalidad e inmoralidad todavía sean impunes en el Perú? Mientras, la criminalidad se incrementa día a día, al igual que los índices de pobreza, al igual que carencia de servicios básicos terminan agudizando los problemas internos del país. Todo ello, en tanto, sirve de pretexto para que los extremistas alienten paros, protestas violentas, amenazando con tomar la capital y promueven arrebatar parte de nuestro territorio en el sur.
Los insultos a nuestros símbolos patrios, así como las amenazas a nuestras fuerzas del orden, por parte de del terrorismo y bandas criminales nacionales y extranjeras, son pan de cada día. Esto último, por cierto, es aprovechado por algunos organismos internacionales y países que profesan el denominado Comunismo del Siglo XXI, para tergiversar los hechos, buscando desacreditar al Perú con la finalidad de destruir el Estado Nación, ssin tener en este sentido una respuesta verdadera y contundente por parte del “Gobierno” peruano.
¿Seguiremos promoviendo y aceptando la impunidad, ilegalidad e inconstitucionalidad en nuestra Patria?

¡No!, por supuesto que ¡No!

 

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