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LA RECESIÓN INEVITABLE YA ESTÁ ENTRE NOSOTROS

Si un país elige un gobierno colectivista que en cada uno de sus actos administrativos desarrolla una política en contra de la inversión privada y promueve una asamblea constituyente para establecer un sistema anticapitalista, ¿acaso alguien esperaba que luego de depuesto ese gobierno (el de Pedro Castillo) se evitaría la recesión económica? ¿Acaso alguien creía que el modelo económico peruano era inmune a la peor decisión que puede tomar una sociedad; es decir, elegir al peor presidente de toda la historia republicana? Y si luego de depuesto el gobierno anticapitalista por tratar de perpetrar un golpe de Estado, el Ejecutivo, las bancadas del Congreso y la clase política se desentienden de la reactivación económica, se niegan a aprobar leyes a favor de la inversión privada y a derogar las normas contra el crecimiento (promulgadas durante el gobierno de Castillo), ¿ a quién se le ocurre que es posible evitar la recesión?

 

La pobreza se acerca a un tercio de la población nacional

 

El asunto de la recesión era un debate académico entre economistas hasta que la calificadora Moody’s registró que el PBI de agosto retrocedía hasta 0.63% y que las proyecciones de setiembre, igualmente, eran sombrías. En ese contexto, la calificadora sostuvo que el Perú este año estaba en recesión. En el acto, el ministro de Economía, Alex Contreras, aceptó la recesión de la economía y planteó un crédito suplementario (Ley 5997) de S/. 1,581 millones de soles para enfrentar la reactivación y las contingencias del Fenómeno del Niño. El Congreso lo aprobó sin dilaciones.
¿El Perú está enfrentando la tendencia recesiva de la economía? De ninguna manera. Todo lo que represente gasto estatal solo significará un intento de bajar la fiebre del enfermo. No combatirá la bacteria que causa el problema. Y el problema de la economía y de la recesión es la acumulación de varios meses de caída de la inversión privada y crecimiento casi cero del consumo interno. Para entender la magnitud de las cosas se puede señalar que la inversión privada representa el 80% del total de lo invertido en el país, el 80% de los ingresos del Estado y más del 80% del empleo que se genera en la sociedad en los mercados formales e informales.
Asimismo, para entender la tragedia del significado de la recesión vale señalar que, cada año, en el Perú se incorporan alrededor de 360,000 jóvenes a la economía nacional. Igualmente, por cada punto de crecimiento del PBI se crean alrededor de 90,000 empleos. En ese sentido, para evitar que la pobreza aumente en el país la economía nacional necesita expandirse por lo menos en cerca del 4%. ¿Cuánta pobreza aumentará con la recesión? Considerando que hoy 27.5% de la población padece pobreza (más de nueve millones de peruanos) y la recesión es inevitable, ¿acaso un tercio de peruanos se derrumbará bajo este flagelo?
El crédito suplementario del Ejecutivo y del Congreso es una buena medida, inevitable. Sin embargo, para resucitar la inversión privada necesitamos crear confianza y predictibilidad en los mercados. De lo contrario, todo será inútil. Se necesita a los poderes e instituciones del Estado en movilización en contra de la recesión.

 

el Ejecutivo, el Congreso y la clase política deben volver a dejar en claro que en el Perú se sigue respetando la Constitución, el Estado de derecho y las leyes nacionales.

 

En ese sentido, el Ejecutivo debe proponerse relanzar las inversiones mineras paralizadas o retrasadas, tales como Tía María en Arequipa, Conga y los demás proyectos del cinturón de cobre del norte en Cajamarca, recuperar el Estado de derecho en el llamado corredor vial del sur (en donde extremistas ejercen violencia en contra de las minas y bloquean carreteras) e, igualmente, se requiere enfrentar el terror contra las minas de Pataz. Asimismo, el Gobierno debe proponerse relanzar las inversiones en agroexportaciones (hoy no hay nuevas inversiones) planteando el restablecimiento de la Ley de Promoción Agraria (Ley 27360) y aprobando nuevas políticas de promoción de inversiones en el sector.
Por otro lado, si el Ejecutivo y el Congreso no entienden que el Perú debe movilizarse contra el Estado burocrático que ha llenado de sobrerregulaciones y procedimientos la relación del Estado con la sociedad y el sector privado, de ninguna manera será posible aprobar inversiones en exploraciones y explotaciones mineras en minería e hidrocarburos. Igualmente será imposible que los millones de emprendimientos paralizados en los ministerios, los gobiernos regionales y locales vuelvan a moverse y a recuperar los círculos virtuosos del crecimiento.
En otras palabras, el Ejecutivo, el Congreso y la clase política deben volver a dejar en claro que en el Perú se sigue respetando la Constitución, el Estado de derecho y las leyes nacionales. Y, en ese camino, deben iniciar una cruzada para convocar inversiones y derrotar la recesión.
TOMADO DE: El Montonero

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