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EL PODER DE LA SEÑORA DE CAO INSPIRA NUEVA COLECCIÓN DE JOYAS

La arquitecta Lorena Pestana funde en cada una de sus obras el simbolismo mochica, el poder femenino, el mar y la tierra el lenguaje de cuentas, mostacillas, colgantes y el delicado manejo de los metales     

 

Las joyas toman el simbolismo mochica, el poder femenino, el mar y la tierra, el lenguaje de cuentas, mostacillas y colgantes, y el manejo detallado de los metales, para proponer una colección de piezas que reinterpreta el ajuar de la Señora de Cao.

“Cao, señora Moche”, la nueva colección de joyería de Lorena Pestana, cuenta con iconografías ancestrales como tributo a la poderosísima Señora de Cao, mujer líder de la Cultura Mochica.
Las joyas toman el simbolismo mochica, el poder femenino, el mar y la tierra, el lenguaje de cuentas, mostacillas y colgantes, y el manejo detallado de los metales, para proponer una colección de piezas que reinterpreta el ajuar de la Señora de Cao.
Su proceso de diseño involucra meses de lectura y observación. Además, convocó a María Teresa Vela Mostacero (Aeztre Joyas Escultóricas), artista peruana que trabaja el metal artesanalmente.
En mayo del 2022, Lorena Pestana decide visitar la Huaca El Brujo, ubicada en el valle del Río Chicama, distrito de Magdalena de Cao. Acompañada por la Fundación Wiesse, tiene la suerte de encontrarse con narigueras, placas de cobre dorado, porras ceremoniales, coronas, diademas, anillos, aretes, vestimentas de mujeres y textiles, agujas y otros ornamentos que fueron hallados en el fardo funerario de la Señora de Cao, donde sus tatuajes que han sido encontrados sobre sus manos y brazos, piernas y pies.
Estos muestran imágenes de arañas, serpientes y otras geometrías. Asimismo, de las 26 capas textiles que cubren su cuerpo y que contienen toda serie de objetos, ropas y joyas, aquellas que están más cerca al cuerpo guardan las piezas más personales de la Señora.

Lorena Pestana es arquitecta graduada con un proyecto en torno a la cultura Chavín, de la sierra nor-peruana (Siglos X-IV A.C). Comenzó su acercamiento a la joyería durante una larga permanencia en la zona de Santa Maria de Nieva, en el Alto Marañón, donde investigó a fondo las técnicas y tradiciones artesanales del pueblo aguaruna, etnia más importante de la Amazonia peruana.
A su regreso, a principios del 2002, instala su primer atelier personal de diseño de joyas, en Miraflores, que año y medio después se convierte en una exitosa tienda-taller abierta al público, al frente de la Huaca Pucllana. La marca lleva más de 20 años explorando el universo mágico de la Amazonía y el legado de los antiguos peruanos.

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