QUÉ PASA CON LA DEMOCRACIA
Escribe: Francisco Diez Canseco
Para salvar la democracia de esta amenaza totalitaria es indispensable avanzar, dentro de ella, por caminos que fueron abandonados hace mucho tiempo por quienes detentan o han detentado el Poder
La prevista victoria de hoy del ex guerrillero Gustavo Petro en las elecciones presidenciales de Colombia es una demostración adicional de como la democracia puede incubar a quienes, ideológicamente, profes an ideas contradictorias al sistema labrando de esta manera su propia destrucción.
Está claro que son los actores y no el propio sistema los responsables de semejante debacle, tal como viene ocurriendo en el Perú y pasa en otros países de América Latina, clamorosamente en el caso de Chile.
Entretanto, y con altos índices de pobreza y de corrupción, el régimen comunista de Cuba se mantiene en el Poder desde 1959 por obra y gracia de un sistema totalitario que combina la eliminación de las libertades fundamentales con la desinformación, el sometimiento a través del subsidio y la implacable persecución y encarcelamiento de opositores. Lo cual, en realidad, nada tiene que ver con la utopía comunista y si goza de una sólida conexión fáctica con autocracias como la que ejercen Vladimir Putin en Rusia o Víctor Orban en Hungría, bajo una careta democrática.
Hay quienes sostienen que este último es un nuevo modelo de democracia ya que, en la práctica, dichas autocracias trabajan para el pueblo en forma más eficiente que las democracias liberales, pese a su inherente, despótica e impune corrupción. Lo cual ciertamente es falso.
Para salvar la democracia de esta amenaza totalitaria es indispensable avanzar, dentro de ella, por caminos que fueron abandonados hace mucho tiempo por quienes detentan o han detentado el Poder (ojo que uso el verbo detentar) y que se refieren a una auténtica y amplia libertad de información, el pago de una Deuda Social acumulada en salud y educación pese a exitosos desarrollos económicos y la eliminación de la corrupción que se ha vuelto una lacerante característica de la clase política latinoamericana.
De estas carencias se aprovechan los comunistas para apoderarse del sistema con el objeto de destruirlo.
(*) Presidente de Perú Naciòn
Presidente del Consejo por la Paz