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¡FRACASÓ PARO DEL SUTEP!

El 23 de noviembre pasado el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación Peruana (SUTEP) convocó a un paro nacional exigiendo aumento de sueldos y salarios para los docentes,y todo se convirtió en un fracaso estrepitoso. Apenas el 3.5% de los docentes acató el paro nacional y la debilidad y fragilidad del sindicato magisterial oficial –vinculado a Patria Roja– se hizo más que evidente.

Únicamente el 3.5% de los profesores acató el paro

 

De alguna manera el Sutep oficial parece retomar las banderas del sindicalismo economicista que pretendió liderar el Frente Nacional de Trabajadores de la Educación Peruana (Fenatep), sindicato magisterial de orientación maoísta y vinculado a Pedro Castillo, que planteaba eliminar la carrera pública magisterial. Si bien el SUTEP oficial no propone explícitamente eliminar la meritocracia en el nombramiento y la promoción de los docentes, sí parece hacerlo de manera indirecta cuando exige aumento general para docentes y auxiliares en el 2024, el 6% del PBI para el sector educación y el respecto a las negociaciones colectivas.
Las plataformas sindicales del SUTEP oficial y del Fenatep, más allá de las distancias ideológicas y las diferencias con respecto a la democracia, desconocen que la carrera pública magisterial, de una u otra manera, no solo tiene que ver con los nombramientos y promociones, sino también con las escalas salariales. La meritocracia determina las ubicaciones en la escala y los niveles salariales.
Al respecto vale señalar que, de un total de 400,000 maestros en el magisterio, más de 220,000 ya pertenecen a la carrera pública magisterial. Es decir, cerca del 60% de los profesores se ubica en la carrera según las evaluaciones meritocráticas en el sector. En este contexto, el grueso de los profesores ya no considera que es a través de lucha sindical como incrementará el bienestar de sus familias, sino mediante la capacitación y formación permanente para seguir avanzando en las escalas establecidas en la carrera pública magisterial.
El fracaso del SUTEP en el paro del 23 de noviembre, a nuestro entender, está revelando ese cambio radical de paradigma en el magisterio y la reducción de los espacios para el sindicalismo economicista, que suele avanzar sobre la mediocridad de los profesores. Y también revela el agotamiento y legitimidad de dirigentes que se convierten en vitalicios y ya carecen de autoridad y predicamento.

hay enormes posibilidades de seguir apretando el acelerador de la carrera pública magisterial.

 

Con semejante cambio de paradigma ganan, sobre todo, los niños más pobres de la escuela pública, que no tienen alternativas para emigrar a escuelas privadas y evitar la mediocridad que se extendió y perpetuó bajo el sindicalismo economicista en el magisterio. Y es que un docente no solo es un trabajador del Estado sino, sobre todo, un formador de nuevas generaciones. Y en el caso de los niños pobres, tiene el deber de impartir una calidad de educación para romper las trampas de la pobreza.
Creemos que estas noticias nos deben llevar a reflexionar sobre el papel de la educación como herramienta para romper la pobreza endémica de las familias y bolsones sociales a través de varias generaciones. Un niño bien educado por un maestro calificado es una enorme posibilidad para una familia que solo conoció la pobreza. Sin embargo, la buena noticia que parece traer el fracaso del paro magisterial también debe ser complementada con una ofensiva del Ministerio de Salud y de los sectores sociales para erradicar la anemia y la desnutrición en los niños en pobreza.
En cualquier caso, ha fracasado el paro del SUTEP, y hay enormes posibilidades de seguir apretando el acelerador de la carrera pública magisterial.
Tomado de: El Montonero

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