ATENCIÓN: Hallan bacterias en agua usada para regar vegetales de Lima: ¿Cómo los desinfecto?
(Andina/ Karina Garay Rojas).– Un reciente estudio, publicado en la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública, reveló que el agua del río Rímac empleada para regar zonas agrícolas de Lima este contiene cepas de Escherichia coli (E. coli) resistentes a varios antibióticos. ¿Cómo lavar las verduras para evitar infectarse con esa bacteria que vive en el intestino?
Experto orienta sobre el lavado correcto de frutas y verduras para evitar infectarnos
La investigación, realizada por un equipo de científicos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la Universidad Científica del Sur (UCSUR) y el Hospital Guillermo Almenara, analizó 24 muestras de agua empleada para regar hortalizas de tallo corto y verduras de cinco zonas de Lima este: Lurigancho, Chaclacayo, Pachacámac, La Molina y Lurín.
El análisis microbiológico realizado en esta investigación se ejecutó en la universidad San Marcos y los de microbiología molecular y genética en la Universidad Científica del Sur.
Los resultados, ejecutados entre octubre de 2019 y febrero de 2020, reportan la presencia de bacterias E. coli por encima de la norma establecida para aguas de riego de vegetales, algunas con niveles muy altos de resistencia a los antimicrobianos. La E. coli estuvo presente en el 79.2% de las muestras.
Un dato preocupante fue que el 72.3% de las cepas encontradas era resistente al menos a un antibiótico, y que el 24.5% era multirresistente (MDR) a tres o más tipos de antibióticos. Además, se halló que el 2.1% de las cepas encontradas eran extremadamente resistentes. Esto último significa que serían muy difíciles de combatir con medicinas en caso una persona se enferme por el consumo de las verduras.
“La Echirichella coli es una bacteria que está presente en muchos animales y es miembro además de la microbiota humana, por tanto, no es que sea mala del todo. Sin embargo, un porcentaje de ella tiene factores de virulencia (muy altos) con capacidad incluso de invadir al intestino y causar mucho daño, sobre todo en gente inmunodeprimida, así como la población en general”, detalló, a la Agencia Andina, María J. Pons, parte del equipo de estudio.
Las bacterias no entienden de fronteras, se transmiten por el agua, el aire; son viajeros globales. La E coli ingresa al organismo a través de la boca y sale por ano.
Doctora en biología e investigadora titular de la Universidad Científica del Sur, Pons manifestó que la contaminación detectada en el río Rímac confirma una tendencia que es mundial: el aumento de la presencia de microorganismos multirresistentes en afluentes de agua y que en este caso se emplean para regar alimentos.
“Algunas cepas de la E. coli pueden llegar a atravesar la barrera del intestino, terminar en el torrente sanguíneo y generar una bacteremia, la cual necesita tratamiento hospitalario, porque los síntomas son graves”, sostuvo. Esa situación es tremendamente peligrosa porque, al ser bacterias multirresistentes a los antibióticos, se contará con menos antibióticos capaces de matarlas o frenar su avance.
¿Cómo llegaron al río Rímac?
A través del hilo telefónico, María J. Pons detalló que las bacterias habrían llegado al río Rímac mediante desechos arrojados en su interior, ya sea de uso doméstico o industrial.
El Río Rímac tiene una longitud de 204 kilómetros. Sus aguas son empleadas para diversas actividades económicas, incluido el riego de sembríos.
“Antes de ingresar al agua, es posible que hayan tenido contacto con animales o restos de humanos (desechos fecales), de granjas, de sistemas de producción, de acuicultura, entre otros. Son bacterias que acaban llegando al agua como un ente transmisor y se ponen en contacto con restos de antibióticos que también tienen un origen humano”.
Las bacterias, explicó, tienen dos maneras de volverse resistentes: porque heredan la resistencia de padres a hijos, es decir en cada reproducción se hace más fuertes. La segunda forma recae en la capacidad de cambiar de genes cuando se encuentran en condiciones adecuadas, de allí que el cambio climático tendrá un impacto mayor en todo este proceso.
La bióloga, de origen español, destacó que el estudio no busca criminalizar a las personas que usan las aguas del río Rímac para regar sus sembríos, ni a quienes venden las verduras con posibles restos de Escherichia coli, ya que desconocen este problema. Está enfocado en advertir la enorme contaminación de esa importante fuente de agua y el riesgo que encierra para el cultivo de diversos alimentos que terminan en los mercados de la capital.
Muchos vendedores de verduras y hortalizas desconocen cómo es la producción de lo que venden
Adelantó que el equipo de investigación consiguió fondos para realizar el mismo estudio en la zona norte de Lima, en los años 2022 y 2023: “Estamos analizando el resultado y terminando de hacer algunos ensayos en el laboratorio y hemos encontrado bacterias que son más resistentes de lo que encontramos en el 2019 y 2020”.
¿Cómo deberíamos lavar las verduras?
“Investigaciones de este tipo alertan a la población sobre el cuidado que debemos tener en la manipulación de alimentos y la importancia de consumir productos de calidad, que no significa que sean caros, sino limpios y seguros”,manifestó por su parte Juan José Quispe, responsable de la Subdirección de Laboratorios de Control de Calidad de Alimentos y Nutrición del Centro Nacional de Alimentación, Nutrición y Vida Saludable (CENAN) del Instituto Nacional de Salud (INS).
Normalmente, las bacterias se encuentran en la superficie de los alimentos, pero cuando tienen grietas, las bacterias suelen entrar, como la caries dentro de los dientes.