UNA HISTORIA DE CORRUPCIÓN (II)
Escribe: Elmer Barrio de Mendoza*
anulados en Brasil todos los Acuerdos de Colaboración Eficaz suscritos u homologados con Odebrecht, bastará tomar debida nota y proceder a anular el Acuerdo de Colaboración Eficaz con Odebrecht, Novonor o como se llame ahora
Dijimos ayer que, en la segunda mitad de 2022 se inició la debacle del caso Lava Jato en el Perú. Sin embargo mucho antes ya se había iniciado en Brasil.
Los héroes- traidores
Sergio Moro y Deltan Dallagnol fueron respectivamente el juez y el fiscal emblemáticos del caso Lava Jato en Brasil.
La sociedad brasilera los encumbró como ídolos anticorrupción. Ellos lograron condenar a una gran cantidad de empresarios y políticos altamente representativos e incluso consiguieron llevar a la cárcel al ex presidente Luiz Ignacio (Lula) Da Silva.
Ambos brillantes (sobre todo Dallagnol que era un niño prodigio del Derecho) y ambos declarados hombres de Dios, fueron elevados a los altares de la moral pública.
De pronto (en 2019) apareció The Intercept. The Intercept es una plataforma de investigación periodística que tuvo un rol fundamental en la difusión de información relevante y sensible de la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) de los Estados Unidos de América obtenida por Edward Snowden. Su director-fundador es Glenn Greenwald.
The Intercept, que se caracteriza por filtrar y procesar con mucha seriedad la información que recibe, accedió a comunicaciones electrónicas (chats y SMS) entre Moro y Dallagnol y otros fiscales de su equipo (fuerza de tarea le dicen en Brasil). Quedó claro en estos diálogos que juez y fiscales intercambiaban ideas e incluso sugerencias de cómo asegurar un proceso que culminara con Lula en prisión y otros asuntos parecidos que involucraban a muchos otros procesados. Como cualquier lego sabe esto es una grave vulneración del debido proceso y está prohibidísimo. El juez debe evaluar las pruebas, los argumentos de las dos partes, y decidir con objetividad. Coordinar con una de las partes respecto de cómo afectar a la otra es inadmisible. Y si embargo así fue.
Moro renunció para ser ministro de Justicia del nuevo Presidente Jair Bolsonaro y su raudo alineamiento político sirvió también para cuestionar la neutralidad de sus decisiones cuando fue juez.
The Intercept encontró más. El fiscal Dallagnol también tuvo comunicación activa y sospechosa con Bruno Brandao, director de la sección brasilera de Transparencia Internacional. Recordemos que por entonces Transparencia certificó a Odebrecht como empresa con buenas prácticas corporativas y que eso fue usado en el Perú como gran argumento para aceptar el Acuerdo de Colaboración Eficaz bajo sus términos y condiciones.
Luego, el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil pudo verificar la violación grosera de la cadena de custodia de los servidores Drousys y My Web Day, que eran el soporte registral de la Caja 2 de la División de Operaciones Estructuradas de Odebrecht. No sólo habían sido objeto de manipulación, los empleados a cargo habían intentado destruirlos.
La situación de Moro y Dallagnol es hoy sumamente comprometida. No sorprendió que en 2022 ambos postularán a cargos electivos. Moro al Senado y Dallagnol a la Cámara de Diputados del Estado de Paraná. Los dos fueron elegidos con altas votaciones. Pero, Dallagnol tenía quince procesos en curso y renunció al Ministerio Público para postular cuando ya tenía sanción en uno de ellos por mal uso de viáticos y otros gastos administrativos cuestionables durante su investigación. Sólo este miércoles 4, el STF anuló su reconocimiento y dispuso su destitución como diputado paranaense.
A estas alturas, más de un investigado ha denunciado que, interpósita persona, los magistrados requirieron pagos de cientos de miles de dólares para excluirlos y un importante magistrado (Gilmar Mendes) se ha permitido afirmar que Moro y Dallagnol habían construido una maquinaria para hacer dinero mediante el caso Lava Jato.
Qué de extraño tiene que el STF haya decidido anular las declaraciones de los accionistas y funcionarios de Odebrecht y las pruebas obtenidas de Drousys y My Web Day dados los hechos que hemos narrado.
¿Y ahora qué debemos esperar?
Que quede claro: la justicia del Brasil ha anulado las declaraciones y las pruebas levantadas por la Fuerza de Tarea Lava Jato porque se ha seguido procedimientos y usado pruebas ilegales durante la investigación y el juicio. Y porque se presume una estructura corrupta a partir del caso para obtener dinero maculado en beneficio de sus integrantes.
Como el modelo brasilero de gestión del caso fue copiado literalmente por Vela y Pérez y sus jueces e investigadores aliados, no necesitamos eufemismos para afirmar que es altamente probable que la presunta estructura criminal se haya replicado igualmente.
Vela, Pérez y sus amigos ahora pasarán de perseguidores a perseguidos y seguramente habrá una legión de colaboradores dispuestos a afirmar que fueron chantajeados.
Así que se acabó, habrá corruptos libres, habrá otros corruptos de distinto signo sufriendo el karma y habrá una legión de plañideras arrancándose cabellos y vestiduras. Historia conocida.
El asunto Polysistemas
Hemos repetido hasta el cansancio que hay veinte millones de papeles de Odebrecht en los almacenes de Polysistemas en Pachacamac y que anulados en Brasil todos los Acuerdos de Colaboración Eficaz suscritos u homologados con Odebrecht, bastará tomar debida nota y proceder a anular el Acuerdo de Colaboración Eficaz con Odebrecht, Novonor o como se llame ahora. Quizá le corresponda a la Corte Suprema tomar una valiente decisión al respecto una vez que el Supremo Tribunal Federal del Brasil comunique su sentencia.
Al Ministerio Público le corresponde dar de baja al Equipo Especial Lava Jato y proceder a su reemplazo inmediato, poner a la cabeza a alguien competente y honesto, quizá a Hamilton Castro (que ya es Fiscal Superior).
Lo indispensable es allanar Polysistemas e incautar la documentación de Odebrecht. ¿Habrá sufrido sustracción o daño? No lo sabemos pero en todo caso lo sabremos, peor es resignarse.
Luego proceder a anular los beneficios otorgados a la empresa y la exención de pena a sus funcionarios y ordenar su persecución internacional. Incautaciones y embargos a granel. Del lobo un pelo.
¿Existe algún problema? Lamento decir que sí. Un casi desconocido fondo de inversión (Colca Capital) a cargo de dos jóvenes socios, compró en 2020 el giro de almacenes de Polysistemas. ¿Raro no? Por ahora baste registrar lo extraño de la operación y que el Equipo Especial no contara nada a nadie. ¿Lo sabían Vela y Pérez?
Seguiremos indagando.
*Director y conductor de NO ATRACO
