Después de los dos partidos jugados por la selección peruana a nivel de clasificación al próximo mundial de fútbol las opiniones divididas sobre Reynoso, se acentuaron mucho más entre la afición peruana; a tal punto que algunos extrañan a Gareca.
Al técnico argentino se le dio la dirección técnica de la selección peruana en virtud a una carrera exitosa sobre todo dirigiendo a Vélez Sarfield con cuatro títulos obtenidos de manera consecutiva en el torneo argentino y por su paso en Perú dirigiendo a Universitario de Deportes con el que obtuvo un título nacional.
Nunca antes había dirigido una selección de algún país. Con Juan Reynoso sucede algo parecido. En sus credenciales están títulos nacionales en Perú dirigiendo varios clubes y el título obtenido en Cruz Azul de México. Sin experiencia dirigiendo selecciones nacionales.
Gareca representa como director técnico de Perú, el haber llegado a un mundial de fútbol después de 36 años y estar presente en Rusia 2018. No se logró el objetivo para Qatar 2022 por lo que fue retirado del comando técnico.
Considero que el legado más importante fue el haber recuperado el estilo que caracterizó al fútbol peruano, el de buen toque y de las asociaciones saliendo desde atrás de manera prolija y efectiva con goles y buenos resultados.
Debo subrayar que además generó una fuerza de compromiso individual en los jugadores que impactaron en lo colectivo dándole mística y personalidad a la selección como pocas veces visto. El entusiasmo se contagió y se multiplicó con una fuerza arrolladora que unió a la afición en un solo sentimiento y el Arriba Perú se escuchó a todo pulmón aquí y en todos los países donde hubiera peruanos.
Al fútbol peruano volvió la magia que enciende de algarabía los corazones con la ansiada clasificación y el nombre de los jugadores se corearon en alturas que solo la emoción entiende. Renato Tapia, como jugador de la era Gareca, encarna ese gen de compromiso y entrega cuando se viste la casaquilla blanquiroja.
Ahora es el momento de Juan Reynoso y, al igual que sucedió con Gareca, viene a aportar lo suyo y como en todo proceso irá poco a poco sumando sus capacidades en favor de alcanzar las metas trazadas. Reynoso es más estratega que Gareca, indudablemente, y se dejó notar rápidamente en estos dos partidos.
Esperemos que, sin dejar de ser fiel a su estilo, asuma con sencillez y buena dosis de humildad, algunos pasivos actuales como la ausencia o el momento descendente por la edad de algunos jugadores que fueron importantes, como la “foca” Farfán y el “mudo” Rodríguez, que ya colgaron los botines o el caso de Cueva y Flores, respectivamente, ausentes en el inicio de esta etapa o el de Paolo.
Guerrero que no tiene la velocidad que lo caracterizó como goleador del equipo. Esta circunstancia adversa requiere de audacia y fe para darle una perspectiva distinta y nueva a su carrera depositando la confianza en nuevos rostros, en nuevos nombres, para demostrar que sabe lo que quiere y que tiene la capacidad para lograrlo.
Al fin de cuentas de eso se trata la vida cuando se asume nuevos retos y nuevos desafíos; ocurre con el fútbol de todas las latitudes. Más ahora, sabiendo que millones de peruanos tienen los ojos puestos en él. Como afición debemos concederle nuestra confianza y sumar energías positivas en favor de su trabajo.
No perdamos la calma, esto recién empieza y dejemos de estirar el dedo acusador sobre Reynoso y Ruidiaz, queriendo liquidarlos por un resultado que pudo ser distinto, es cierto, pero olvidando que Brasil es Brasil y ya antes ha sucedido igual, por algo es el único pentacampeón mundial de fútbol. Es mi opinión salvo mejor parecer. ¡Arriba Perú!!!
