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JAEN: IGLESIA ADVIERTE POSIBLE ESTALLIDO SOCIAL ENTRE MINEROS ILEGALES Y PUEBLO WAMPIS

El vice pamuk del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis, Galois Flores Pizango, denuncia el ingreso de dragas el río Kanús o Santiago, cerca de la frontera con Ecuador. 

“…nos entristece indigna ver a adolescentes prostituyéndose para los mineros ilegales  incrementándose cada vez más las cifras del VIH y Sida en la zona… nos unimos al llamado de los pueblos wampis y awajún en el cuidado de su territorio como un bien sagrado”

             Monseñor Alfredo Vizcarra Mori,

vicario del Vicariato Apostólico San Francisco Javier

La Iglesia Católica y la población indígena de la nación Wampis, alertaron sobre la inminencia de un conflicto de proporciones por la presencia de mineros ilegales de oro, cuya práctica afecta las riquezas naturales, la flora y la fauna y, en general, el rico ecosistema, y por consiguiente a los habitantes del lugar ubicado en la cuenca del Alto Santiago, provincia de Condorcanqui, en la región Amazonas.
Expertos que siguen la presencia y actividades de los mineros ilegales, procedentes de las zonas auríferas de la Región Madre de Dios, dijeron que la zona del potencial conflicto se encuentra cerca de la zona donde ocurrió el denominado Baguazo en 2009.
El denominado día del ‘Baguazo’ ocurrió el  5 de junio del 2009, cuando fuerzas de la DINOES se enfrentaron a cientos de nativos que se encontraban atrincherados más de 50 días en la zona conocida como ‘Curva del Diablo’, en Bagua, Amazonas, suceso que dejó como saldo la muerte de 33 personas, incluidos 23 policías.
La reacción de los nativos fue debido a que la minera Afrodita pretendía ocupar una zona protegida legalmente; después del conflicto social, la compañía transnacional suspendió sus actividades.
Al respecto, el vice pamuk del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis, Galois Flores Pizango, señaló en radio Kampagkis que las comunidades nativas wampis “mantendremos la lucha hasta que nuestro territorio quede libre de la minería ilegal de lavado de oro que solo generan contaminación ambiental, violencia, prostitución y crisis social”.
Flores Pizango denunció el ingreso progresiva de dragas e implementos para la explotación del metal precioso por las aguas del río Kanús o Santiago, incluso hasta muy cerca de la frontera con Ecuador.

Pueblo Wampis conforma primer gobierno autónomo indígena del Perú - Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP)

“Impidamos que se agrave el conflicto con los buscadores de oro…”

En ese sentido, ratificó el contenido del pronunciamiento público que han presentado a las autoridades competentes y la opinión pública local, regional y nacional, resaltando el pedido al Estado Peruano para que preste especial atención a esta problemática e intervenga antes que se agrave el conflicto.
Destacó que se trata de una posición colectiva y que asume los acuerdos de reuniones, cumbres y asambleas comunales de rechazar la minería, como es el caso de la población comunera de Villa Gonzalo, quienes el sábado 17 de febrero capturaron a 7 dueños de dragas, disponiéndose su entrega a las autoridades competentes el martes 20 de febrero.
Galois Flores recordó que recientemente estuvieron en Lima planteando a las autoridades competentes del Gobierno Nacional cumplan con la legislación internacional vigente, la misma que establece que están prohibidas las actividades extractivas contaminantes en las cabeceras de cuenca hídricas, como es el caso de la cuenca del rio Santiago.
También dijo que la gente que ha ingresado con sus dragas es foránea, mayormente de Pucallpa, instalándose primero en el Bajo Santiago, en comunidades como San Juan y Belén; y ahora están ingresando al Alto Santiago, “pero la nación wampis no lo permitirá”.

Pronunciamiento del Vicariato Apostólico

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La denuncia del líder de la nación Wampis fue avalada por monseñor Alfredo Vizcarra Mori, vicario del Vicariato Apostólico San Francisco Javier, quien ratificó la presencia de mineros ilegales y equipos para extraer oro.
“Este hecho agrava la situación en la zona, dado que en la cuenca del río Cenepa, desde hace casi un año se advierte la presencia de dragas de la minería ilegal y, desde mucho antes, en la Cordillera del Cóndor dobde mineros de Ecuador y colonos venidos de otras partes del país están extrayendo ilegalmente el oro”, señaló el vicariato en un comunicado fechado el pasado 18 de febrero en Jaén.
En el documento, se afirma que los buscadores de oro  han cavado cientos de túneles y grietas, además de utilizar mercurio cuyos residuos son vertidos a los ríos y cochas de Condorcanqui, generando la mortandad de peces “y matando todo signo de vida en las cuencas”.

No hay autoridad que detenga la agresión

Todo esto sucede sin que haya una autoridad que detenga este tipo de actividades, a pesar del enorme perjuicio de contaminación de las aguas de los ríos Cenepa, Santiago y Marañón y de las quebradas de la Cordillera del Cóndor.
“En esas condiciones, la minería y la tala ilegal entran ahora de manera impune y atrevida porque no hay quien ejerza autoridad ni quien vele por la imperiosa necesidad de un desarrollo sostenible de estos pueblos de la Selva Amazónica”, precisa.
A continuación en el documento rubricado por monseñor Vizcarra Mori se lee que “no teniendo alternativa (los jóvenes) acogen cualquier intervención que les resuelva su necesidad inmediata de generar recursos económicos que les permita responder a sus múltiples necesidades.
“Pensamos en los jóvenes especialmente en ellos que cada vez ven más incierto su futuro; esto nos entristece e indigna al ver a adolescentes prostituyéndose para los mineros ilegales,  incrementándose cada vez más las cifras del VIH y Sida en la zona””.
De otro lado, se indica también que el pueblo Wampis, liderado por el Gobierno Territorial Autónomo de  la Nación Wampis (GTANW), ha expresado un claro rechazo a cualquier acción minera o de cualquier índole que ponga en riesgo el desarrollo de la vida y los derechos humanos de los pueblos indígenas.
El sentimiento de impotencia nos mueve a expresar nuestro dolor y profunda preocupación por los daños irreparables que se están produciendo a los ecosistemas de esta parte de la Amazonía.
Así mismo, “expresamos el sufrimiento, las injusticias y la violación a sus derechos que padecen los pueblos awajún y wampis que sufren tantos siglos de olvido y abandono”.
El documento finaliza señalando que la situación es muy grave, por eso, nos unimos al llamado que hacen nuestros hermanos y hermanas del pueblo Wampis para cuidar su territorio como un bien sagrado.. Extendemos este reclamo a la situación en territorio awajún.
“Pedimos respetuosamente a las autoridades del Estado Peruano en todos sus niveles a tomar las medidas necesarias ante estos problemas, para garantizar la paz social, el cuidado de nuestros territorios amazónicos y el respeto a los derechos humanos para todas las partes involucradas”.

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