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SUECIA INGRESÓ FORMALMENTE A LA OTAN

Suecia ingresó ayer jueves (07.03.2024) formalmente a la OTAN, tras depositar en Washington el documento de acceso a la alianza militar atlántica. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, hizo entrega del instrumento de acceso al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken,  en Washington, con lo que se certifica su histórica entrada en la alianza.

 

Suecia ingresa formalmente a la OTAN

El primer ministro, Ulf Kristersson, entregó en Washington el documento faltante para oficializar la inclusión del país en la alianza militar y calificó lo ocurrido como una “victoria para la libertad”.

Kristersson afirmó que el ingreso de su país a la OTAN es una “victoria para la libertad“, y aseguró que Rusia seguirá siendo una amenaza para sus países vecinos en el futuro. “Defenderemos la libertad junto a los países más cercanos a nosotros tanto en términos geográficos como culturales y valóricos”, destacó el primer ministro en la capital estadounidense.
El secretario general de la alianza, el noruego Jens Stoltenberg, celebró la integración de Suecia y aseguró que Estocolmo hace que la organización transatlántica sea “más fuerte”. En un mensaje en la red social X (Twitter), también precisó que el próximo lunes tendrá lugar la ceremonia en la que se izará la bandera de Suecia en la sede de la OTAN en Bruselas.

Potente industria militar

Cuáles son los miembros con mayor poder militar en la OTAN?

 

“Las cosas buenas ocurren a aquellos que esperan”, dijo el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken al aceptar los documentos de adhesión de manos del primer ministro sueco, luego de la ratificación de los otros 31 miembros de la alianza militar. Suecia decidió romper con sus dos siglos de no alineamiento tras la invasión rusa de Ucrania y presentó su postulación a la alianza en mayo de 2022.
La entrada de Suecia en la OTAN supone que todos los países nórdicos estarán bajo el paraguas de la OTAN, que refuerza así su control sobre todo el mar Báltico.
Suecia cuenta con una fuerza de unos 50.000 soldados (la mitad reservistas), una potente industria militar y la fuerza aérea más grande de los países nórdicos, con un centenar de cazas, además de la isla de Gotland, la mayor de todo el Báltico y de gran valor estratégico.
El refuerzo del control de la OTAN sobre el Báltico afectará también a la capacidad de movimiento de la flota rusa en San Petersburgo y Kaliningrado.

¿Una adhesión deseada o estratégica?

El primer ministro sueco, Ulf Kristersson.

El primer ministro sueco, Ulf Kristersson.
Suecia había concertado múltiples acuerdos bilaterales de seguridad con países de la OTAN a lo largo de los años, basándose en su intención de permanecer fuera de una alianza militar, pero ninguno de ellos tenía la naturaleza vinculante de la garantía del Artículo 5 de la OTAN de “todos para uno y uno para todos”.
El ministro sueco de Defensa, Pal Jonson, que anteriormente fue el jefe del comité de defensa del Parlamento sueco, abogó durante décadas por la adhesión de su país al bloque trasatlántico, diciendo: “Podemos esperar, podemos suponer, podemos desear que obtengamos el apoyo de la OTAN [en caso de ataque], pero no podemos saberlo hasta que nos unamos a la alianza”.
Sin embargo, para la mayoría de la población sueca no resultaba interesante el hecho de que el país escandinavo integrase la OTAN. Eso cambió cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, inició la guerra de agresión contra Ucrania. A ello se sumó que la vecina Finlandia dejó en claro que no perdería tiempo en buscar la adhesión a la alianza.
Según señala el experto en política exterior y estudios de seguridad Oscar Jonsson, el “estatus especial” sueco hacía tiempo que había desaparecido. Y agrega que, aunque la solicitud de adhesión a la OTAN fue presentada por muchos dentro y fuera de Suecia como el abandono de la preciada imagen del país como nación “neutral” y militarmente no alineada, en realidad, no eso no era así.
Unirse a la Unión Europea supuso un cambio mayor”, dice sobre esa decisión de 1995, “ya que la UE tiene autoridad supranacional y puede crear sus propias leyes, lo que afecta el modo de vida sueco de una manera mucho más tangible”.
Pero la OTAN no tiene autoridad para afectar la legislación y hace todo por consenso, lo que significa que Suecia tiene que estar de acuerdo. “No se puede alterar completamente a Suecia sin el consentimiento sueco”, subrayó.

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Lo cierto es que la incorporación sueca refuerza la presencia de la OTAN en el Ártico, donde Rusia tiene su “establecimiento militar más sensible, sus misiles balísticos lanzados desde submarinos, sus bombarderos estratégicos, y ahí es donde hacen gran parte de sus experimentos“, acota Jonsson.
A las magníficas condiciones geoestratégicas de Suecia se suma que la nación nórdica aporta importantes activos militares al arsenal potencial de la OTAN.
El Wilson Center, con sede en Washington, señala tres grandes ventajas para la alianza: la industria de defensa sueca, una de las mayores de Europa, que produce algunos de los “equipos más sofisticados del mercado”; el “alto nivel de competencia tecnológica del sector privado sueco”, y sobre todo, que “la Fuerza Aérea sueca es la mayor de los países nórdicos y una de las más potentes de Europa”.

FUENTES: DW, EFE, AFP, REUTERS

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